DIRECTOR
SINOPSISJulio Medem
Entrevistas a casi setenta personas sobre el conflicto vasco. La intención es la de ofrecer, desde su diversidad, un retrato de los múltiples aspectos de un viejo problema, de base nacionalista y cuya consecuencia más devastadora es la persistencia de la lucha armada de ETA. El film está hecho desde la convicción de que este atormentado árbol vasco padece una enfermedad, desde sus raíces hasta sus ramas más recientes, de carácter eminentemente político. La actitud y el objetivo final es invitar al diálogo entre las partes, un necesario diálogo político que en estos momentos está totalmente bloqueado. Se parte de la idea de que, posiblemente, nadie puede ser dueño de la verdad absoluta, sino que ésta, aparte de definirse sólo en términos relativos, se encuentra fraccionada y diversificada en cada uno de los entrevistados.
REFERENCIA
Se inicia en el cine prácticamente con la cámara super 8 de su padre, con la cual filmaba a escondidas en su casa. No obstante, Julio Medem (San Sebastián, 1958) se licenció en Medicina y Cirugía General en la Universidad del País Vasco. Trabajó como crítico cinematográfico en el diario La voz de Euskadi y en algunas revistas, durante varios años. Más tarde trabajó como guionista, ayudante de dirección y montador en proyectos de cine y televisión.
Dirige varios cortos en super 8 durante finales de los setenta y principios de los ochenta, y más adelante dirige, ya en 35 mm., algunos cortos más.
Su guión titulado Vacas no le interesó en principio a nadie en Madrid. Decepcionado, Medem regresó a San Sebastián y comenzó a redactar otra historia menos compleja y más cercana a los postulados de la industria. Así nacía el guión de La ardilla roja, y mientras escribía esta historia recibió una llamada de la recién nacida productora Sogetel para aceptar el proyecto de Vacas (1992).
Tras la realización de éste, su primer film, con el que consiguió una gran repercusión por lo original de su propuesta, Medem comenzó a construir a través de sus películas el universo fílmico más interesante del cine español y uno de los más destacados del cine europeo, señalado como uno de los herederos de miradas tan personales como las de los españoles Luis Buñuel, Iván Zulueta o Víctor Erice, o de cinestas europeos como Ingmar Bergman, Andrei Tarkovski o Krzysztof Kieslowski.
El siguiente film fue Tierra (1996), pensado para ser protagonizado por Antonio Banderas, pero cuyos compromisos hicieron que Medem se decidiera finalmente por Carmelo Gómez. Al año siguiente crea Alicia Produce S.L., su propia productora cinematográfica, con la que ha realizado algunos de sus trabajos.
En 1998, con Los amantes del Círculo Polar, a Julio le llegó el reconocimiento del público y se consolidó como uno de los grandes valores de la cinematografía española. Pero el trágico destino de la protagonista Ana parece tomar otro rumbo menos pesimista en el personaje Lucía de su siguiente film, Lucía y el sexo (2001), una película que habla del azar, las casualidades del destino y del alimento que proporcionan a nuestra existencia el amor y el sexo.
El 21 de septiembre de 2003, dentro de la Sección de Especiales Zabaltegui del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, Julio estrenó La pelota vasca, la piel contra la piedra, un documental sobre la problemática política y social existente en Euskadi.
Este trabajo generó una gran polémica de la que el director se defendió escudándose en la mirada limpia y honesta con que se realizó este film: “Lo primero que me planteé de La pelota vasca, la piel contra la piedra, fue abarcar el mayor número posible de voces diferentes, como una polifonía humana en la que cada cual cantara a su aire. De alguna manera lo opuesto al coro, o un anticoro de voces del que se pudieran distinguir los timbres de cada una. Quería individuos hablando de su preocupación personal por un problema social como es el vasco. En un país tan dado a las entregas colectivas, lo mejor que cada cual puede aportar al grupo es su propia particularidad. Me propuse dejar opinar a todas las partes posibles del espectro vasco, para luego hacer alternar sus voces, creando la sensación de que podrían escucharse unas a otras, si quisieran, y sobre todo entenderse, también a sí mismas. Desde este escenario simulado de diálogo pretendía crear las mejores condiciones para despolarizar, desradicalizar, o desbloquear (aunque sólo fuera una sensación durante la contemplación de la película) a las partes del conflicto vasco.”
FUNCIONES:
GALERíA DE FOTOS:
FICHA TÉCNICA:
Guion: Julio Medem
Producción: Julio Medem y Koldo Zuazua
Fotografía: Javier Aguirre, Jon Elicequi y Ricardo de Gracia
Montaje: Julio Medem
Música: Mikel Laboa
Distribución: Embajada de España
Guion: Julio Medem
Producción: Julio Medem y Koldo Zuazua
Fotografía: Javier Aguirre, Jon Elicequi y Ricardo de Gracia
Montaje: Julio Medem
Música: Mikel Laboa
Distribución: Embajada de España