SINOPSIS
A finales de los años setenta, la gran María Callas no es la mujer elegante y segura de sí misma que todos conocían. Durante el día vive voluntariamente exiliada en su apartamento de París con la ayuda de varias drogas, mientras escucha los discos que grabó en el pasado con una voz prodigiosa. Un grupo de rock llega a París, donde les reciben admiradores y periodistas. Acompaña a las estrellas su manager, un señor inglés de cincuenta años que responde al nombre de Larry Kelly, quién tiempo atrás organizó varias giras para la famosa cantante de ópera. Larry intentará rescatar a la diva. A pesar de los primeros rechazos, Larry consigue sacar a María de su casa para que le acompañe a un estudio de televisión donde le explicará su idea, el proyecto cinematográfico: Callas Forever.
REFERENCIA
Nacido en Florencia en 1923, Franco Zeffirelli se diploma en la Academia de Bellas Artes de su ciudad y, tras cursar estudios de arquitectura, se dedica a la prosa trabajando en Radio Firenze (1946). Al año siguiente debuta en el cine interpretando el papel de Filippo Garrone en Noble gesta, de Luigi Zampa, y ayuda a Luchino Visconti en el rodaje de la La terra trema. Debuta como director teatral dos años más tarde con "Lulù", y, luego, se dedica con bastante éxito a la dirección de óperas, actividad que todavía desarrolla.

Tras trabajar como ayudante de dirección con Pietrangeli en Il sole negli occhi (1953) y El soltero (1956), y nuevamente con Visconti en Senso (1954), dirige su primera película Camping (1958), una comedia sentimental más bien convencional; sus obras siguientes son más personales: La mujer indomable (1967) y Romeo y Julieta (1968), brillantes adaptaciones de las obras de Shakespeare realizadas con notable gusto y controlada elegancia figurativa.

En cambio, el resto de su filmografía ha sido bastante irregular yendo de un afectado manierismo religioso en Hermano sol, hermana luna (1971) y la serie televisiva Jesús de Nazaret (1977), a un heroísmo convencional en la nueva versión de El campeón, dirigida en 1979, hasta llegar al kitsch sentimental que es Amor eterno (1981).

En cambio, si ha sido riguroso en la adaptación fílmica de La Traviata (1982), Zeffirelli lo es menos en la versión de Otello (1986) y tropieza en un autentico infortunio con la risible y enfática El joven Toscanini (1988).

Continuando con sus adaptaciones de Schakespeare Zeffirelli rueda un controvertido Hamlet (1990) protagonizado por nada más y nada menos que Mel Gibson, uno de los actores menos adecuados para interpretar el papel del atormentado príncipe.

Sus fuertes convenciones cristianas han hecho que declare en contra de algunos de sus colegas cuando considera que se ha distorsionado la figura de Jesús y su significación. Famosa es su protesta en contra del film de Scorsese, La última tentación de Cristo (1988) y, más recientemente, contra "La pasión" de Mel Gibson, a la que acusó de excesiva su recreación sobre los últimos días de Jesús.

Uno de los más recientes films de este realizador italiano fue recibido con un considerable entusiasmo, a pesar de que contra todo pronóstico, Zeffirelli, logró que actrices de larga trayectoria como Judi Dench, Joan Plowright, Maggie Smith y Lily Tomlin, lideradas por Cher, fueran el alma de un proyecto tan arriesgado como Té con Mussolini, su visión sobre la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, Zeffirelli parecía ser el indicado para llevar a la pantalla la vida de la gran diva María Callas, pues conoció y fue amigo de la cantante. La película ha sido una coproducción entre Italia, Francia, España e Inglaterra.

Con un reparto internacional, en el que se destaca la presencia de la magnífica Fanny Ardant en el papel de la Callas, acompañada por Jeremy Irons, Joan Plowright y Angela Molina, Callas Forever fue uno de los títulos más esperados mundialmente del año 2002. Zeffirelli, en lugar de ir por el trillado camino de la biografía cinematográfica que intenta reconstruir la existencia de un personaje célebre o un período del mismo, sigue, en cambio, el camino de la invención pura. El autor se imagina que poco antes de su muerte, ocurrida el 16 de septiembre de 1977, en su apartamento de Avenue Georges Mandel de París, Maria Callas, alentada por su ex-manager, acepta realizar una filmación de Carmen acoplando la imagen presente a la voz del pasado mediante la tecnología actual.