SINOPSIS
Sabina Spielrein, una joven de familia acomodada y cultivada que sufre de violentos ataques histéricos, es internada por sus padres en una clínica psiquiátrica, en el año 1905. El joven doctor Karl Gustav Jung decide tratar a la paciente probando con ella un nuevo tratamiento revolucionario descubierto por su colega Sigmund Freud: el psicoanálisis. Poco a poco, Sabina va dejándose amainar por el joven doctor y, de manera inesperada, nace un amor prohibido entre la paciente y el médico.
REFERENCIA
Roberto Faenza nace en Turín en 1943. Tras diplomarse en el Centro Experimental de Cinematografía y trabajar como documentalista, debuta como director con Escalation (1968), áspera apología contra la sociedad capitalista y los millares de lazos y condiciones que ésta impone a la libertad del individuo.

Si bien estas preocupaciones vuelven a aparecer en su siguiente película H2S (1969), una extraña fábula de ciencia-ficción impregnada de utopía contra la tecnología, la continuación de su carrera va en direcciones diferentes y no siempre coherentes: la sátira política (Forza Italia!, 1978; Si salvi chi vuole, 1980), la película policíaca (Copkiller, 1982), la transposición más o menos creativa de obras literarias (Mio caro Dr.Grassler, 1989; Jona che visse nella balena, 1993; Sostiene Pereira, 1995 y Marianna Ucrìa, 1997).

Además del cine, Faenza se ha interesado mucho por la contrainformación y se ha interrogado sobre los mecanismos de los mass-media; sobre estos temas ha publicado algunos libros de notable interés: Senza chiedere permesso, Tra abbondanza e compromesso, Fanfan la tivù, etc.

Prendimi l'anima (Almas al desnudo, 2003) nació en 1980 cuando el realizador descubrió una corespondencia entre Carl Gustav Jung, Sigmund Freud y una joven desconocida llamada Sabina Spielrein. Fascinado por esta historia, Faenza estuvo en Rusia con la productora Elda Ferri contactando a una sobrina de Sabina, Menilche Spielrein, quien había encontrado un material inédito, necesario para la concreción del proyecto.

En principio, el realizador quería rodar el film con reparto internacional respetando los idiomas originales de los personajes protagonistas (Jung, suizo, Freud, alemán, Spielrein, rusa); los productores norteamericanos interesados en el proyecto ponían como condición la participación de una gran estrella femenina. Finalmente Faenza se decidió por la actriz inglesa Emilia Fox, que venía de haber rodado El pianista(2002), de Roman Polanski.