22 de marzo de 2067. Milana recuerda lo que le sucedió 60 años antes. Paris, 2009. Milana, de origen checheno, es alumna de quinto año de Instituto. Milana tiene su propia pandilla de amigos, Blaise, Alice, Claudio, Alí y Yousseff. Un día, Yousseff, cuyos padres son inmigrantes ilegales, es deportado. Milana puede ser la próxima en la lista. Ante el peligro, los niños deciden que es hora de actuar. Juran que van a permanecer siempre juntos y empiezan a tramar cómo salvar a Milana.
REFERENCIA
Romain Goupil (París, 1951) realizó sus primeros cortos a los 16 años, que por cierto fueron censurados en televisión. Fue expulsado del instituto por sus actividades políticas: creó los comités estudiantiles de acción que tuvieron una actividad destacada en Mayo del 68. En 1970, debutó en el cine como meritorio y trabajó como asistente, de director de fotografía primero y de dirección después, con Chantal Akerman, Roman Polanski y Jean-Luc Godard.
Su primer largo, Mourir à 30 ans (1982), se llevó la Cámara de Oro en Cannes, el César a la mejor ópera prima francesa del año y fue nominado a los Oscar. Goupil realizó esta película a partir de tomas suyas antes y después del Mayo del 68 pensadas para una película militante que se iba a titular “De la revuelta a la Revolución”. Su actividad ha oscilado después entre largometrajes, cortos, documentales y la escritura de varios libros.
En su filmografía ha tratado temas graves como el sida (À mort la mort, 1999) o las mafias que abusan de clandestinos (Une pure coïncidence, 2002, documental presentado en la Quincena de los Realizadores de Cannes).
También ha hecho sus pinitos como actor apareciendo en títulos como Vénus beauté (institut) (1999), A ma soeur! (2001) o La bande du drugstore (2002).
Goupil no duda en exponer con firmeza ideas a veces a contracorriente. Su defensa de la invasión norteamericana de Irak fue muy polémica. En 2006 se implicó a fondo en el combate a favor de los indocumentados.
Luego de realizar un documental para la televisión (Quotidien Bagdad, 2004), , el retorno al cine de este cineasta comprometido se realiza en 2010 con Las manos en el aire (Les mains en l’air), un film militante sobre un tema de actualidad: la expulsión de los niños indocumentados de las escuelas francesas.
Goupil cuenta cuál fue el punto de partida: “Ante todo, la sensación de impotencia ante la política del gobierno con respecto a la deportación de inmigrantes ilegales. Más concretamente, se dio el caso de un niño, en Amiens, en el norte de Francia. Cuando la policía llamó a la puerta su padre huyó por el tejado. El niño intentó seguirle y se cayó. Llegó al hospital en estado de coma. Luego hubo otro caso de una mujer joven, en París, que intentó escapar huyendo por la ventana cuando oyó el grito de "¡Policía!". Se cayó y murió. Y finalmente, en la periferia de París, un hombre saltó al río para escapar de los controladores de un tren y se ahogó. ¿En qué estado de ansiedad tenía que estar viviendo esa gente para actuar de manera tan extrema? Además, lo que desató las cosas para mí fue que estas políticas y sus consecuencias, en el contexto electoral de 2007 e incluso ahora, son utilizadas por los políticos para subir en las encuestas”.
Guion: Romain Goupil
Producción: Margaret Ménégoz
Fotografía: Irina Lubtchansky
Montaje: Laurence Briaud
Director de Arte: Jean-Baptiste Poirot
Intérpretes: Valeria Bruni-Tedeschi (Cendrine), Linda Doudaeva (Milana), Jules Ritmanic (Blaise), Louna Klanit (Alice), Louka Masset (Ali), Hyppolyte Girardot (Rodolphe), Romain Goupil (Luc)
Distribución: Embajada de Francia / Institut Français