SINOPSIS
Una joven pareja separada debe viajar a través de los increíbles mundos de ensueño del Cirque du Soleil para reencontrarse.
REFERENCIA

Para el director, guionista y productor neozelandés Andrew Adamson (Auckland, 1966) tejer un nudo amoroso alrededor de algunos de los mejores elementos de siete espectáculos del Cirque du Soleil que se representan en Las Vegas fue un viaje al realismo mágico. El productor ejecutivo Cary Granat y Reel FX Inc. llevaban bastante tiempo hablando de la posibilidad de colaborar con el Cirque du Soleil en algún proyecto cuando le planteó a Adamson la idea de elaborar y dirigir un largometraje basado en el famoso circo. Granat es el antiguo director general de Walden Media, quienes colaboraron con Adamson en la adaptación al cine de saga de C. S. Lewis, “Las crónicas de Narnia”. Adamson fue también el productor de la tercera película de la serie, La travesía del viajero del alba (The Cronicles of Narnia: The Voyage of the Dawn, 2010) que dirigió Michael Apted.

"Teníamos que encontrar una forma natural y cinematográfica de entrar en el mundo del Cirque", dice Adamson. "Empecé a pensar en la forma en la que funcionan los espectáculos en directo del Cirque du Soleil. Tienen una cualidad muy onírica. Una delgada línea narrativa que aparece y desaparece, pero que hace que esos números existan dentro de los mundos que se van creando. Pensé que esta película podría hacer lo mismo, que podría encontrar una narración que uniese esos espectáculos tan diferentes".

"Se me ocurrió la idea de dos personas que se conocen en un circo del mundo real. Ella es una joven que intenta escapar de la vida que lleva. Ve al equilibrista y se enamora de él al instante, pero cuando sus miradas se cruzan, él resbala y se cae. Atraviesa el escenario del circo y aparece en otro mundo, y la arrastra con él. Ambos pasan el resto de la película buscándose en esos mundos que existen en un estado parecido al limbo, como un espacio entre la vida y la muerte, un mundo entre los mundos”.

Al igual que en los espectáculos en directo, la película prescinde de diálogos, utilizando la música y la expresividad de los artistas para hacer avanzar la narración. Pero nunca fue intención de los realizadores el captar simplemente los espectáculos en directo. "Lo que yo quería hacer", dice Adamson, "era meter al público en esos espectáculos de una manera en la que nunca antes los habían visto, acercar mucho la cámara y ofrecer una perspectiva diferente de lo que hacen estos artistas, mostrando esa perspectiva en 3D de alta velocidad y a cámara lenta".

Adamson se inspiró en clásicos como la película de Walt Disney Fantasía, la obra de Lewis Carroll “Alicia en el País de las Maravillas”, y el ballet de Piotr Tchaikovsky “El lago de los cisnes”, y en su propia experiencia personal viendo a un circo ambulante en México en 2000.

"Era un circo ambulante temático sobre los Picapiedra. Recuerdo que el jefe de pista tenía muchos años, el león no tenía dientes y una de las trapecistas era una mujer robusta que llevaba un biquini con barras y estrellas. La sala estaba casi vacía, y se veía claramente que había vivido días mejores", recuerda. "Y sin embargo tenía un elemento de tristeza y belleza... algo agridulce... una de mis emociones favoritas. Eso es lo que tenía en la cabeza. Así que ambienté el comienzo de la película en un circo que no estuviera relacionado con ninguna época ni lugar. Quise que pareciera talmente un pequeño circo ambulante que pudiera estar en cualquier sitio".

Al principio, Adamson quiso utilizar actores para los papeles principales, "pero también sabía que quería terminar con algún romántico y aéreo número de cintas".

"Enseñar a una persona normal a hacer equilibrismo con las cintas, a actuar a este nivel, lleva muchos años", dice Jacques Méthé del Cirque du Soleil. "El camino a seguir consistía en coger a los artistas del Cirque du Soleil y enseñarles a interpretar el papel. Al final de la película, los dos vuelan abrazados. Necesitan la destreza y el entrenamiento de un funambulista del Cirque du Soleil. Igor y Erica llevan años trabajando en varios de nuestros espectáculos. No solo son grandes acróbatas sino que, gracias a su entrenamiento con el Cirque du Soleil, han aprendido a convertirse en personajes. En cualquier espectáculo del Cirque du Soleil, todo el mundo es un personaje e interpreta algún papel. Así que sabíamos que ambos tenían la capacidad de actuar gracias a sus años con el Cirque du Soleil".