SINOPSIS
Mila y Javier son dos cirujanos cardíacos. Casados desde hace diez años, tienen dos pasiones: su amor y su profesión. Pero Mila queda embarazada, cuando nadie lo esperaba, y la perspectiva de un hijo cuestiona el equilibrio de su relación. La debilidad de Javier por el alcohol se vuelve entonces una real amenaza…
REFERENCIA

Durante su bachillerato, Marion Laine asiste en París a cursos de árabe de la Sorbona, que pronto abandona para dedicarse al teatro. Seguidamente, la ahora actriz, aparece en los largometrajes Équipe de nuit (Claude D’Anna, 1990), Merci la vie (Bertrand Blier, 1991), Revivre (Jean-Luc Godard, 1995) y Le contre-ciel (Siegrid Alnov, 1996), así como también en varios cortometrajes y producciones para la televisión.

Después de unos años, se da cuenta que la realización es lo que le atrae, por lo que dirige varios cortometrajes: Le 28 (1998), Derrière la porte (2000) y Hôtel Acacias (2003).

Para su primer largometraje, Un cœur simple (2008), adapta libremente un cuento de Gustave Flaubert, en el que Sandrine Bonnaire y Marina Fois, son las protagonistas de esta conmovedora historia que transcurría en la provincia francesa del siglo XIX.

Luego de coescribir el guion de Contra el viento (Les vents contraires, 2011), de Jalil Lespert, basado en la novela de Olivier Adam, Marion Laine rueda su segundo largometraje, A corazón abierto (A cœur ouvert, 2012), un film que también se basa en una obra literaria; esta vez se trata de “Remonter l’Orinoque”, la segunda novela de Mathias Énard, publicada en 2005.

Laine cuenta cómo se interesó en adaptar la novela: “Con las productoras, Christine Gozlan y Catherine Bozorgan, habíamos acordado rodar una historia de amor, además de que compartimos la fascinación por el entorno quirúrgico. Nos tomamos nuestro tiempo para encontrar un libro que cumpliera con nuestras expectativas. También es que he estado cerca de Mathias Enard”.

En un principio, A corazón abierto se iba a llamar “Un singe sur l’épaule” ("Un mono en el hombro), pues Marion Laine pensó en este término para remitirle al espectador la adicción y la naturaleza animal de sus dos personajes protagonistas: "Era un enfoque muy importante para mi. Hice trabajar a Juliette y a Edgar sobre el modelo de una pareja de monos y ellos se inspiraron en los documentales sobre los bonobús, que son los primates más parecidos a los humanos", ha dicho la autora.

La escogencia de los actores
Fue viendo Carlos, de Olivier Assayas, que Marion Laine pensó en Edgar Ramírez para su película. Fue tal el interés de trabajar con él que no dudó en cambiar el guión original: "En el libro, es la mujer quien es la inmigrante, por lo que yo estaba buscando una actriz española que hablara francés, pero cuando vi a Edgar Ramírez (...), me decidí a invertirlo todo para adecuarlo a él ", explica la realizadora.

Luego de ser seleccionado para el papel de Javier, Ramírez propuso el nombre de Juliette Binoche a la directora para encarnar a su esposa en la pantalla: "Fue él quien sugirió a Juliette Binoche, con la que soñaba trabajar (...) No tuvimos tiempo para ensayar antes del inicio del rodaje, Juliette y Edgar se vieron sólo una vez para los ensayos delante de la cámara. Fue una suerte enorme que se entendieran tan bien y me dieran toda su confianza” .

Durante la preparación de su personaje de Mila, interpretado por Juliette Binoche, la actriz tuvo que seguir de cerca los progresos de la cirugía a corazón abierto realizada por cirujanos reales para absorber su precisión al imitar todos sus movimientos. Por su parte, Marion Laine se inspiró en “L’incrédulité de Saint Thomas”, cuadro del pintor italiano Caravaggio: “el dedo en la herida de Cristo (...) me ayudó a imaginar las manos de Mila y Javier inmersas en el cuerpo humano". Además, la directora también se inspiró en los accesorios tales como el cráneo que está presente en la película o, incluso, libros como el famoso “Bajo el volcán” de Malcolm Lowry.

A corazón abierto retoma el tema de la muerte que la directora ya había abordado en su película Un coeur simple, a través del personaje de Félicité. Además del tema, Marion Laine ha vuelto a las técnicas utilizadas en su película anterior: "Decidimos retomar para la estructura los fundidos a negro que había usado en Un coeur simple", precisa la cineasta.