SINOPSIS
Basada en la vida real de la birmana Aung San Suu Kyi y su esposo Michael Aris, que falleció en 1999; padres de dos hijos Alexander y Kim Aris. Aung San Sun Kyi es una activista y política birmana ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1991. Ella estuvo presa 15 años en su país por el gobierno militar imperante y fue liberada recién en 2010.
REFERENCIA

Luego de adaptar al cine su propio cuento para niños, “Arthur y los minimoys”, en tres películas de animación (Arthur y los minimoys, 2006; Arthur et la vengeance de Maltazard, 2009; y Arthur et la guerre des deux mondes, 2010), además de adaptar también al cine un personaje de cómic del dibujante Jacques Tardi, en el film fantástico Les aventures extraordinaires d’Adèle Blanc-Sec (2010), el productor, guionista y realizador francés Luc Besson, emprende la biografía de la activista birmana Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la paz en 1991 y encarcelada por las autoridades de su país, a lo largo de 15 años, por oponerse al régimen opresor de Rangún.

Desde la concepción del guion de Amor, honor y libertad (The Lady, 2011) hasta el inicio del rodaje, el título del proyecto era "Dans la Lumière" o "Into the Light" en versión inglesa, título deliberadamente vago para no llamar la atención de las autoridades birmanas. No fue hasta mucho más tarde que el título “The Lady” -el apodo de Aung San Suu Kyi – se impuso.

Y fue precisamente la actriz Michelle Yeoh quien le propuso a Luc Besson el guion de The Lady. Aunque le gustaba la historia de esta mujer a la que apenas conocía, el director propuso algunos cambios al proyecto pues lo consideraba demasiado "documental": "Volvimos a trabajarlo [el guion] durante varios meses para ampliarlo y hacerlo más “ficcional”. Para hacerlo más creíble y volver más fascinante la historia, me faltaba también la presencia de un "villano".

La guionista Rebecca Frayn se centró en el proyecto de The Lady durante tres años, tiempo necesario para reunir toda la información y los testimonios con el objetivo de enriquecer la historia.

Para reconstruir el trayecto de Aung San Suu Kyi, Luc Besson recurrió a varios libros y artículos sobre su historia. En cuanto a los militares, ni libros ni fotografías estaban disponibles, lo que obligó al equipo a confiar en los informes detallados de la organización Amnistía Internacional. Irónicamente, los actos descritos en estos relatos eran tan violentos que Besson pensó que no serían creíbles en la pantalla... de ahí la necesidad de "edulcorar" a los personajes.

Encarnando a Suu Kyi
Para "incorporar" al personaje, la actriz Michelle Yeoh se preparó durante seis meses. Ella vio más de 200 horas de material grabado sobre la activista, además de aprender a hablar birmano a la perfección. Fue tanto el empeño de Yeoh en trabajar la gestualidad y la manera de comportarse de su heroína que, tanto Luc Besson como los 200 birmanos que participaron en el rodaje llegaron a preguntarse si no estaban ante la verdadera Aung San Suu Kyi.

De todas las visas solicitadas por el equipo para entrar en Birmania, fue justamente la actriz Michelle Yeoh la única autorizada para entrar al país y poder hablar con Aung San Suu Kyi, a quien le entregó un montón de regalos y de mensajes por parte de los productores y actores. Yeoh estaba sorprendida por la tranquilidad y la calidez de esta dama, lo que fue decisivo para la construcción de su personaje.

Pero después de este encuentro en suelo birmano, el proyecto de The Lady se volvió más publicitado, lo que enfureció al gobierno local. Michelle Yeoh, actriz conocida y popular en toda Asia, fue expulsada del país. Las autoridades birmanas se negaron a explicar los motivos de su acción, la película, obviamente, estaba relacionada con su decisión.

El hogar exacto
El trabajo de reconstrucción de la casa de Aung San Suu Kyi estuvo marcado por una precisión tal que los muebles estaban dispuestos de la misma manera, el piano tenía la marca idéntica a la del instrumento original, al igual que las fotografías se reprodujeron a la perfección. Para saber las medidas exactas de la casa, el equipo utilizó la herramienta Google Earth.

Por otra parte, como Birmania no aceptó financiar un proyecto tan hostil al gobierno, el equipo se vio obligado a buscar otras maneras de representar el país en imágenes. Así, una gran parte de las tomas se hicieron en Tailandia, cerca de la frontera con Birmania. El verdadero templo Shwedagon fue filmado desde diferentes ángulos, por lo que los actores originalmente fueron filmados sobre un fondo verde y luego superpuestos digitalmente en el decorado. Por último, algunas escenas en el centro de Rangún fueron tomadas con una cámara oculta.

Liberación en pleno rodaje
En noviembre de 2010, mientras el rodaje se llevaba a cabo en Tailandia, el equipo recibió inesperadamente la noticia de la liberación de Aung San Suu Kyi, encarcelada durante varios años. Según Luc Besson, "Estábamos muy contentos al principio, luego desarmados, pues estábamos haciendo la película para ayudar a su liberación - y nos enteramos de que era liberada antes del final del rodaje", explica. A pesar de la idea inicial de abandonar la película, el equipo decidió continuar con el proyecto.