Adaptación del musical basado en la novela de Víctor Hugo. El prisionero 24.601, Jean Valjean, encarcelado tiempo atrás por el inspector Javert, ha sabido forjarse una nueva vida en la Francia del Siglo XIX. Cuando Fantine, una obrera de su fábrica, cae en desgracia, se hará cargo de su hija Cosette.
REFERENCIA
Ell británico Tom Hooper, premiado con 4 Oscars, entre ellos al mejor director, por su visión del tartamudeo de Jorge VI en El discurso del rey (The King’s Speech, 2010)(*), dirige Los Miserables (Les misérables, 2012), la adaptación cinematográfica del sensacional éxito teatral visto por más de 60 millones de espectadores en 42 países, traducido a 21 idiomas, y que sigue batiendo récords de taquilla en todo el mundo desde su estreno hace 28 años.
Luchas, sueños, esperanzas, amor, de la novela a la pantalla
La historia del musical "Los miserables" empezó en 1978, cuando los compositores franceses Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg empezaron a trabajar en una adaptación musical de la obra de Víctor Hugo. La idea nació durante una visita de Boublil a Londres. Después de ver la reposición de "Oliver!", una producción de Cameron Mackintosh (que no tenía ni idea de lo que iba a pasar años después), Boublil se dio cuenta de que el personaje del Ingenioso Tramposo le recordaba a Gavroche, el golfillo relacionado con la rebelión estudiantil en la obra de Víctor Hugo. Acababa de plantarse la semilla de "Los miserables". El álbum conceptual de Boublil y Schönberg salió al mercado en 1980 y se vendieron nada menos que 260.000 copias. En septiembre de ese año, el director francés Robert Hossein plasmó la música en un espectáculo en el Palacio de Deportes de París visto por más de 500.000 personas.
Unos dos años después, el joven director húngaro Peter Farago llevó el álbum conceptual a Mackintosh y le propuso realizar una versión en inglés de "Los miserables" a los escenarios. El productor comprendió inmediatamente que se trataba de algo muy especial, y se puso en contacto con Boublil y Schönberg. A pesar de que Mackintosh no hablaba francés de forma fluida, se quedó fascinado: "La música contaba la historia, era increíble. Me bastó con oír cuatro canciones para saber que quería producirlo, me entusiasmó".
El productor estaba decidido a que Boublil y Schönberg siguieran formando parte del proceso. Reunió a un equipo brillante con Trevor Nunn y John Caird como directores y James Fenton como letrista. Este último fue sustituido más tarde por Herbert Kreztmer, pero dio forma al espectáculo.
Y el resto forma parte de la historia del teatro.
"Los miserables" se estrenó en Londres, en el Barbican Theatre, el 8 de octubre de 1985; pasó al Palace Theatre el 4 de diciembre de 1985 y al cabo de 19 años, el 3 de abril de 2004, se trasladó a su hogar actual, el Queen’s Theatre. Cuando la obra celebró su vigésimo primer aniversario en Londres el 8 de octubre de 2006, se convirtió en el musical que más tiempo había estado en cartel en el mundo entero, superando a "Cats" en el West End londinense. En enero de 2010, la producción del West End batió otro récord al llegar a las diez mil funciones. La obra ha sido vista por más de sesenta millones de espectadores en 42 países y en 21 idiomas, y se ha convertido sin duda alguna en uno de los musicales más populares de la historia, con nuevas producciones estrenándose continuamente en el mundo.
Durante esos años, fueron muchos los cineastas que propusieron al productor teatral llevar la obra a la gran pantalla. Es más, los derechos cinematográficos se vendieron hace 25 años, poco después del estreno en Broadway, pero la opción caducó y Mackintosh los recuperó. Decidió esperar hasta que llegó la oportunidad de trabajar con la productora más conocida y prolífica del Reino Unido, Working Title Films. Tim Bevan y Eric Fellner llevaban algún tiempo interesados en producir el musical, pero su interés no se despertó realmente hasta que Eric Fellner se encontró por casualidad con Nicholas Allot, el ejecutivo de operaciones de Cameron Mackintosh Ltd. Poco después, ambos productores se reunieron con Mackintosh y empezaron a hablar muy seriamente de la posibilidad de adaptar "Los miserables" a la gran pantalla.
Los tres productores, Bevan, Fellner y Mackintosh, siempre estuvieron de acuerdo en que el grupo básico de creadores que había hecho posible el éxito del proyecto debía participar en la película. Desde el principio, Boublil, Schönberg y Kretzmer tuvieron mucho que ver con la adaptación.
Hasta que no escogieron a un director, los productores no sabían qué miembros del equipo original participarían en el proyecto. Sin embargo, creyeron que un guionista debía adaptar la obra teatral a la gran pantalla. Poco tiempo después de esa primera reunión, se encargó a William Nicholson que escribiera el guión. Nominado a dos Oscar por los guiones de Tierra de sombras (Shadowlands, 1993) y Gladiador (Gladiator, 2000), había trabajado anteriormente con Working Title Films en la épica Elizabeth: La edad de oro (Elizabeth: The Golden Age, 2007).
Parece ser que los astros se pusieron de acuerdo para que los productores y el director coincidieran. Tom Hooper se interesó por el proyecto incluso antes del increíble éxito internacional de la oscarizada El discurso del rey. Cuando se enteró de que Nicholson, con el que estaba trabajando en otro proyecto, estaba escribiendo una adaptación de "Los miserables", no dudó en ponerse a la cabeza del proyecto. No había visto el musical y le interesaba el periodo en que transcurre la historia. "Fui a ver el musical un caluroso día de agosto", dice. "Hubo tres o cuatro momentos en que sentí auténticos escalofríos, era tremendamente emotivo. Me sorprendió que las melodías fueran tan pegadizas, no podía sacármelas de la cabeza. Claude-Michel supo tocar algo muy profundo dentro de nosotros con la música".
El director explica que la historia le atrajo por varias razones: "El discurso del rey había emocionado a muchos espectadores en todo el mundo y quería que mi siguiente película fuera aún más emotiva". Leyó el guión durante un vuelo entre Londres y Los Ángeles, y acabó con lágrimas en los ojos. "Me había emocionado con el musical, y el guión tuvo un efecto similar, lo que me hizo pensar que era una oportunidad única para hacer una película realmente conmovedora. Me sentí profundamente atraído por la extraordinaria historia y la trascendencia de la música".
A pesar de la fuerza del material con que se trabajaba, hubo que basarse en la novela para rellenar algunos agujeros que en el escenario no tienen importancia, pero que sorprenderían en la pantalla. "Es una obra maestra colosal", dice el realizador. "Fue la excusa perfecta para leerla una y otra vez. Tuvimos que adaptar el musical para pasarlo al cine, y Cameron, Claude-Michel y Alain me dieron su permiso para hacerlo. Ninguno de los tres quería que la película fuese una mera filmación del musical; me pidieron que lo reinterpretara para conseguir una auténtica película. Es lo que más me entusiasmó. La música de Claude-Michel es brillante, las letras de Alain y de Herbie tienen la suficiente fuerza para permitir el cambio a la gran pantalla. El musical es muy elástico, y la obra, como cualquier gran libro, permite jugar con el significado y el ritmo".
En la primera versión de William Nicholson, las canciones estaban intercaladas entre los diálogos. "Todo el material nuevo que se le había ocurrido a Bill y todo lo que yo había sacado de la novela y quería añadir se había traducido en diálogos", explica el director Tom Hooper. "Sin embargo, el musical no tiene partes habladas. Después de pensarlo mucho, decidí que quería respetar el formato del musical. Quería crear una realidad alternativa en la pantalla para que los personajes se comunicaran cantando. Pedimos al equipo creativo original, a Claude Michel Schönberg, Alain Boublil y Herbie Kretzmer, que se unieran a la redacción del guión, que escribieran letras nuevas, crearan una estructura musical nueva y que incluso compusieran una nueva canción ("Suddenly – De pronto"), inspirándose en los diálogos de Bill. Fue fascinante volver a la creación del musical para llevarlo a la pantalla".
Finalmente, reconoce que "quería arriesgarme y hacer algo totalmente diferente en un género poco habitual. Me entusiasmó la idea de rodar las canciones en directo. Cameron estaba totalmente de acuerdo y me apoyó. Posiblemente no habría dirigido la película si no se hubiera rodado así; por muy buena que sea la sincronización, el público nota que hay algo falso. Las voces nunca acaban de conectar realmente con lo que ocurre en la pantalla".
Guion: William Nicholson, Alain Boublil, Claude-Michel Schönberg y Herbert Kretzmer; basado en el musical de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg; a su vez basado en la novela de Victor Hugo
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Debra Hayward y Cameron Mackintosh
Fotografía: Danny Cohen
Montaje: hris Dickens y Melanie Ann Oliver
Música: Claude-Michel Schönberg
Director de Arte: Eve Stewart
Intérpretes: Hugh Jackman (Jean Valjean), Russell Crowe (inspector Javert), Anne Hathaway (Fantine), Amanda Seyfried (Cosette), Helena Bonham Carter (Madame Thénardier), Sacha Baron Cohen (Thénardier), Redmayne (Marius)
Distribución: UIP