SINOPSIS
Emma casi tiene treinta años. Sus ojos están ciegos pero ella cree verlo todo muy claro: quiere ser madre. Lo ansía de forma obsesiva. Tras descubrir que su novio no podrá dejarla embarazada, rompe con él y emprende la búsqueda de un espermatozoide perfecto. Sin enamorarse, sin sentimientos. Parece fácil, pero no tardará en descubrir que su ceguera no reside únicamente en sus ojos.
REFERENCIA

Tras diez años de reconocida trayectoria como cortometrajista, el español Roberto Pérez Toledo (Lanzarote, 1978) da el salto al largometraje con Seis puntos sobre Emma (2011), la materialización de un proyecto muy acariciado en el último lustro. Para el director esta ópera prima es “un drama con elementos de comedia. Una película de personajes. Una historia sobre la ceguera a varios niveles y desde una perspectiva fresca y luminosa. Sobre la ceguera que impide a los ojos ver pero también sobre la ceguera sentimental. Sobre los palos de ciego que damos hasta encontrar a la persona adecuada”.

A los cuatro años Roberto Pérez Toledo vio la película E.T. el extraterrestre (1982) y se preguntó qué era eso de dirigir una película. A los veintidós, se licenció en Comunicación Audiovisual en Salamanca. Su vida ya había comenzado a rodar a varios niveles. Roberto rueda cine pero también rueda en su propia silla de ruedas.

Tras licenciarse, Roberto aterriza en Madrid, donde comienza a filmar cortometrajes que produce él mismo, entre los que destacan: Globos (2005), Vuelco (2005), Nuestro propio cielo (2008), Los gritones (2010) o Tetequiquiero. Convirtiéndose en uno de los directores españoles de cortometrajes más premiados a nivel internacional.

Seis puntos sobre Emma ganó el premio a la Mejor película del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y el Premio al Mejor guion novel y el de Mejor Actriz (Verónica Echegui), en el Festival de Cine de Málaga.

Notas del director
Debía tener unos quince o dieciséis años cuando por primera vez agarré una cámara para intentar esbozar una historia en planos. Recuerdo que el resultado no fue demasiado prometedor… Pero ha llovido desde entonces, he intentado curtirme desde las peliagudas trincheras del cortometraje, he hecho cortos sin un céntimo y otros con algo más de presupuesto. Y siempre he soñado con la idea de lanzarme al largo, de poder desarrollar personajes durante hora y media y en pantalla grande.

Seis puntos sobre Emma es mi ansiada historia para estrenarme como director de largometrajes. Cuenta con las características idóneas del primer hijo que todo padre desea. Y me siento preparado para afrontar cuanto antes el parto de tan deseado bebé.

Y es que de bebés va la cosa. Emma, nuestra protagonista, tiene veintisiete o veintiocho años. Nació ciega. Actualmente trabaja como coordinadora en el Teléfono de la Esperanza. Y desea ser madre con todas sus fuerzas.

Conociendo a Emma
Siempre me atrajo la idea de crear un personaje femenino muy fuerte a pesar de su ceguera. Desde el primer momento, imaginé a una Emma que, en un principio, hace de tripas corazón, nada victimista, siempre sonriente ante la adversidad, armada con una resistente coraza de seguridad y fortaleza que nunca permite que los demás la vean sufrir.

Ella diseña un plan que cree perfecto: encontrar a un hombre que la deje embarazada sin enamorarse ni perder el tiempo en el intento, pero pronto comprobamos que cae en su propia trampa, se enamora de la persona equivocada y se vuelve repentinamente frágil, vulnerable.

La necesidad de ser madre de Emma apela a nuestra razón misma de ser, y por ello quiero que la película resulte un emocionante homenaje a la maternidad y un dignísimo retrato femenino: el de una mujer joven y fuerte, valiente, segura de lo que quiere y que aprende mucho sobre sí misma en el camino hacia la consecución de su objetivo.

En definitiva, me gusta describir Seis puntos sobre Emma como una historia sobre la ceguera sentimental, sobre los palos de ciego (en el caso de Emma es también algo literal) que todos damos hasta encontrar el amor verdadero. Es una historia sobre “estar ciego” más que sobre “ser ciego”. Sobre lo que creemos que queremos contra lo que al final descubrimos que queremos de verdad.

El porqué del título
Seis puntos sobre Emma se titula así porque en braille cualquier letra puede escribirse combinando seis puntos, y así está estructurado el guión, en seis partes que definen y vertebran la pericia vital de Emma. Porque toda historia se cuenta dando relieve a los puntos adecuados.

Seis puntos sobre Emma habla de amor, maternidad, soledad, incomunicación, deseo, mentiras, prejuicios... Pero sobre todo habla de esperanza en un futuro en el que todo irá mejor: esa esperanza que Emma brinda a través del teléfono y que ella misma necesita tanto.

Un nuevo prisma para la discapacidad
Con la experiencia que me aporta mi propia silla de ruedas, la discapacidad se encuentra en la espina dorsal misma de lo que cuenta Seis puntos sobre Emma, pero siempre desde una naturalidad nada condescendiente y lejos de historias típicas de superación o de imposiciones propias de lo políticamente correcto. Me he propuesto transgredir sanamente, llegar más allá, aportar algo nuevo y con conocimiento de causa.

Desde un prisma vitalista y con sano sentido del humor en muchos momentos, Seis puntos sobre Emma guiará a los espectadores por un mundo desconocido y a ratos incómodo, mostrando el entorno íntimo de una joven ciega y su vertiente más personal, sensual y sexual. Pero Seis puntos sobre Emma no es una película sobre la discapacidad en primer término, sino como una característica más de unos personajes que se mueven hacia adelante por anhelos y circunstancias en los que muchos espectadores podrán reconocerse.

Roberto Pérez Toledo