Transcurre 1977 en Argentina. Cecilia, de siete años, aprende que no debe revelar su verdadera identidad en la escuela. Se acostumbra a fingir y a decir lo contrario de lo que piensa. Un día escribe una composición por encargo de las maestras y recibe un premio de manos de los militares, los mismos que probablemente mataron a su papá.

De origen argentino, pero radicada en México, la guionista y directora, Paula Markovitch (Buenos Aires, 1968) estudió guión cinematográfico en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y trabajó como asesora de guionistas en la empresa productora cinematográfica de Televisa (Televicine) donde impartió talleres de guión.

Markovitch ha escrito varios guiones dentro de la industria cinematográfica mexicana entre los cuales destacan: Tres minutos en la oscuridad (Dir. Pablo Gómez Saénz Ribot, 1994), Sin remitente (Dir. Carlos Carrera, 1995), Elisa antes del fin del mundo (Dir. Juan Antonio de la Riva, 1997), Al borde (Dir. Antonio Zavala Kugler, 1998), Temporada de patos (de Fernando Eimbcke, 2004), galardonada en el Festival de Guadalajara y ganadora de 10 premios Ariel, y Lake Tahoe (F. Eimbcke, 2008), premiada en los festivales de Berlín, Cartagena y Guadalajara.

Como directora realizó el cortometraje Periférico (1999), realización que presenta las peripecias de un perro en pleno periférico, el cual estuvo invitado a varios festivales internacionales de cine.

Autora también de una novela, “Una pared para Cecilia” (2011), Markovitch escribió y dirigió su primer largometraje, El premio (2011), donde realiza una mirada a la época de la dictadura de su natal Argentina, en los años 70, a través de los ojos de una niña de 7 años. La cinta recibió el Oso de Plata a la Mejor aportación artística cinematográfica en el Festival de Berlín, así como ha sido galardonada en los festivales de La Habana y Lima, entre otros.

La directora cuenta cómo surgió la idea del film: “Durante el rodaje, una de mis amigas de infancia me hizo acordar de que a mis 10 años yo ya tenía como ‘proyecto’ escribir un libro que se llamaría: ‘Infancia en San Clemente’. En ese sentido podría decir que el proyecto tiene casi 30 años. Es curioso, pero durante mi niñez yo experimentaba algo así como una ‘nostalgia prematura’, es decir, mientras aún era niña sabía que esos días iban a acabar pronto... y que quería ‘regresar’ a ellos con una obra”.

Markovitch explica lo que es autobiográfico y lo que es recreación ficticia: “Creo que cualquier obra de arte es ‘autobiográfica’, ya que las obras están hechas por el inconsciente de sus autores. Y al mismo tiempo cualquier ‘autobiografía’ es ficticia, ya que no hay manera de relatar algo ‘tal cual ocurrió’. Es verdad que hay obras más ‘literales’ que otras. En el caso de El premio hay muchos elementos ‘literales’. Mis padres tenían convicciones y actividades políticas y, como ocurría con todos los artistas e intelectuales argentinos de la época, eran perseguidos”.

Continúan la realizadora: “Los concursos de redacciones de alabanza al Ejército y a los valores fascistas eran habituales en las escuelas primarias y secundarias. Recuerdo varios concursos en mis años escolares. Me ocurrió lo que cuenta la película”.

(Fuente: www.lavoz.com-ar)