SINOPSIS
Renato es un abuelo entusiasta, con un cuerpo débil y enfermo que lo mantiene prisionero en su propia casa, en lo alto de una montaña, desde donde contempla el mar y al que tanto añora. Tiene tres hijos que desconocen sus verdaderas necesidades y toman decisiones por él, sin consultarle: Montserrat, Anita, la segunda hija, y Salvador, el hijo menor. Renato descubre que sus hijas han resuelto internarlo en un hospital contra su voluntad, así que de la mano de Carlota, su nieta y "socia ", activa un ingenioso plan para emprender una soñada travesía, enfrentando los rigores del tiempo.
REFERENCIA

A pesar de haber estrenado su ópera prima como realizador Plan B, en 2006, con la que obtuvo varios reconocimientos y viajó a varios festivales internacionales, el venezolano Alejandro García Wiedemann, no ha dejado de recibir reconocimientos como destacado director de fotografía que es, pues ha sido laureado por su trabajo en las cintas Al borde de la línea (2008), Premio Municipal de Fotografía, y Taita Boves (2010), Premio Mejor Dirección de Fotografía en el Festival del Cine Venezolano, Mérida 2010.

En 2011 enfrenta la producción de su segundo largometraje como realizador, Patas arriba, una comedia dedicada a su abuelo, “un anciano optimista y con un gran sentido del humor” con el que tuvo una relación muy estrecha en medio de una familia numerosa. En este sentido, su realizador se propuso contar a través de escenas cotidianas, un drama ineludible presente en la mayoría de los grupos familiares que es la llegada de la vejez de un ser querido.

“Con mi abuelo creé un universo muy particular en el que solamente estábamos él y yo, y esta película es una manifestación de esa relación mágica y hermosa que tuvimos cuando fui pequeño. Pero en especial busco reafirmar que entre padres e hijos debe haber un diálogo sincero, bonito, donde se reconozca la sabiduría de los abuelos y sus necesidades,” expresa Alejandro García Wiedemann.

Su compañera de vida, la guionista y productora Gabriela Rivas Páez, fue la encargada de plasmar esta historia con la que ganó una beca para la escritura de guión de la Fundación Carolina de España (2008) y fue finalista en el Concurso de Guión Río Market de Río de Janeiro (Brasil).

Patas arriba está dirigida a toda la familia y la protagonizan el actor de teatro Gonzalo J. Camacho quien interpreta al abuelo Renato; Lourdes Valera es Monserrat; Michelle García es la pequeña nieta Carlota; Marialejandra Martín es Anita y Erich Wildpret interpreta a Salvador. También participan Sindy Lazo en su primera participación en una película, Eduardo Gadea Pérez, Tania Sarabia, Dimas González, Basilio Álvarez, Daniela Bascopé, André Ramiro (Brasil), Ramiro Meneses (Colombia), entre otros.

El proceso de casting fue bastante limitado ya que según explica su realizador la mayoría de los personajes fueron desarrollados desde el momento de la escritura para un determinado actor y agrega: “en otros casos, fue el actor quien hizo suyo el personaje y en ambos casos, a medida que el equipo comenzó a trabajar, y a convertirse en una gran familia tanto personajes como actores fueron creciendo para dar vida a la historia del abuelo Renato y su familia.”

Pero para el sentido de familia en este filme es más literal, el personaje de Carlota es interpretado por Michelle García y el niño que interpreta al personaje de Salvador en su faceta más joven es Gabriel García, ambos hijos del realizador y la guionista de Patas arriba: “Trabajar con los niños fue una experiencia hermosa, me permitió compartir con ellos en un ámbito nuevo, en el ámbito de mi trabajo. Bien cabe decir en este caso que familia que come unida y trabaja unida, permanece unida”, agregó García Wiedemann.

En Patas arriba el Waraira Repano, conocido como cerro El Avila, es otra vez el escenario de inspiración y un protagonista más en la filmografía de Wiedemann, pues su ópera prima Plan B también incluyó numerosos parajes de esta montaña emblema de Caracas.

De tal manera que la montaña y en especial el pueblo de Galipán. se hacen cómplices de los anhelos, las alegrías, las virtudes y los defectos de cada miembro de la familia de esta historia. “desde que tengo memoria siempre he querido grabar en el pueblo de Galipán y esta vez pude hacerlo. Es un aire mágico que se transmite allá arriba y qué mejor lugar para hablar con naturalidad, honestidad de la simpleza de la vida y si además, con esta película logro que el espectador le dedique una mirada compasiva al abuelo, que lo espera en su casa, habré logrado mi objetivo”, finaliza el director.

Patas arriba es una coproducción entre Venezuela, Colombia y Brasil, además cuenta con el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) e IBERMEDIA.