DIRECTOR
SINOPSISAlain Resnais
Las vidas de Georges y Marguerite se cruzarán por casualidad cuando a ella le roben la cartera con sus documentos y él los encuentre en el suelo de un estacionamiento y decida llevarlos a la policía. Intrigada por saber quién devolvió sus pertenencias, Marguerite empieza a buscarle. Y así comienza una intensa relación amorosa un tanto confusa.
REFERENCIA
"Si supiera que poniendo la cámara un poco más para la derecha o un poco más para la izquierda voy a atraer más público, con seguridad lo haría, pero todo esto es completamente impredecible… Todo lo que me puedo decir es ¿producirá emociones la película que estoy dirigiendo… será suficiente para el espectador para no tener que irse del cine?” Fueron algunas de las palabras del inacabable Alain Resnais a la hora de presentar su nueva creación, Las hierbas salvajes (Les herbes folles, 2009) dentro de la competencia oficial del Festival de Cannes.
A los 87 años, uno de los maestros indiscutibles de la Nouvelle Vague de los años 60, autor de obras tan emblemáticas como Hiroshima, mon amour (1959) o El año pasado en Marienbad (L’année dernière à Marienbad, 1961), dirige una suerte de comedia del absurdo sobre un hombre que encuentra una billetera y se siente intrigado por una mujer que combina su pasión por volar con su carrera de dentista. Ambos papeles a cargo de Andre Dussollier y Sabine Azema, la pareja del director y habitual presencia en sus filmes.
El azar -al que Alain Resnais atribuye buena parte de la responsabilidad por lo que es y por lo que ha hecho- es un factor que siempre asoma en las historias que cuenta. El azar también tuvo que ver con el origen de Las hierbas salvajes , que finalmente ganó el Premio Especial del Jurado en Cannes y llevó a la crítica a destacar que el cine más juvenil presentado ese año en la muestra pertenecía a veteranos como él (de 87 años), Shohei Imamura (83) o Manoel de Oliveira (101).
Y fue por azar que llegó a la historia de Georges y Margerite, pues mientras buscaba una pieza teatral para adaptar se topó con “L’incident”, una novela de Chistian Gailly, cuyo tono irónico y la melancolía que percibió lo atrapó de inmediato. Tanto que, al día siguiente, llamó al productor Jean-Louis Livi para decirle: "Creo que he encontrado ese sonido, esa ‘blue note’ que estuvimos buscando tantas semanas".
La referencia al jazz no es casual, él mismo la explica: "Sentí la fuerte relación que hay entre las acrobacias verbales y sintácticas de Gailly y la influencia de su trabajo en el terreno del jazz, al que se dedicó como saxofonista durante veinte años, antes de abandonar la música para ponerse a escribir". Resnais dice haber intentado preservar al máximo "el espíritu lúdico que hay en esa improvisación desarrollada bajo reglas estrictas" que domina la novela, así como respetar sus ambigüedades: "La afirmación y la negación pueden cohabitar en una misma frase, y eso también es una forma de realismo, ya que en la vida uno nunca sabe verdaderamente qué pasa por la cabeza de la persona con la que está hablando".
Estructuralmente, Las hierbas salvajes no parece tener un desarrollo predeterminado. Resnais lo aclara: "Hago mis películas pensando todo el tiempo en el espectador, solicitándole que se ponga a jugar conmigo. Busco intrigarlo, interesarlo para que no deje la sala. No sé si siempre lo logro, pero lo intento, y es más instintivo que voluntario".
Resnais explica qué lo atrajo de la novela de Gailly: "Hay en la novela un costado sincopado y casi fruto de la improvisación, una notable habilidad para la variación sobre un tema, en el sentido musical. También me impresionó la obstinación de los protagonistas, que son incapaces de resistir el deseo de realizar actos irracionales y que muestran una vitalidad increíble para precipitarse en la confusión. Como dice Livi, “L´incident” habla del deseo por el deseo; el deseo que surge en el protagonista sin causa alguna, aun antes de haber visto a la mujer o haber hablado con ella por teléfono; un deseo que después se alimenta a sí mismo. Y, por supuesto, el diálogo, que conservé, porque fue lo primero que me atrajo. Son como solos o duetos que parecen estar esperando que los actores los interpreten".
¿Por qué el cambio de título? Porque cree que Les herbes folles , algo así como los yuyos, "se ajusta mejor a estos personajes que responden a impulsos irracionales. Como esas hierbas que brotan y agrietan el asfalto o las paredes viejas y crecen donde nadie las esperaba".
Gailly se ha incorporado, pues, a la constelación literaria que está detrás de la obra de Resnais. Marguerite Duras (Hiroshima mon amour ), Alain Robbe-Grillet (El año pasado en Marienbad> ) y Jorge Semprún (La guerra ha terminado, 1966; Stavisky, 1973) escribieron para él, que también se inspiró en obras teatrales de Alan Ayckbourn (Smoking-No smoking,1993;, Corazones, 2006) y hasta en una opereta (Pas sur la bouche, 2003). Este es el primer film suyo basado en una novela. (Fuente; www.lanacion.com.ar/Fernando López)
FUNCIONES:
GALERíA DE FOTOS:
FICHA TÉCNICA:
Guion: Alex Réval y Laurent Herbiet; basado en la novela
Producción: Jean-Louis Livi
Fotografía: Éric Gautier
Montaje: Hervé de Luze
Música: Mark Snow
Intérpretes: Mathieu Amalric (Bernard de Bordeaux), Sabine Azéma (Marguerite Muir), Anne Consigny (Suzanne), Emmanuelle Devos (Josépha), André Dussollier (Georges Palet), Michel Vuillermoz (Lucien d'Orange), Sara Forestier (Elodie), Nicolas Duvauchelle (Jean-Mi)
Distribución: Embajada de Francia
Guion: Alex Réval y Laurent Herbiet; basado en la novela
Producción: Jean-Louis Livi
Fotografía: Éric Gautier
Montaje: Hervé de Luze
Música: Mark Snow
Intérpretes: Mathieu Amalric (Bernard de Bordeaux), Sabine Azéma (Marguerite Muir), Anne Consigny (Suzanne), Emmanuelle Devos (Josépha), André Dussollier (Georges Palet), Michel Vuillermoz (Lucien d'Orange), Sara Forestier (Elodie), Nicolas Duvauchelle (Jean-Mi)
Distribución: Embajada de Francia