SINOPSIS
Khamsa, de 13 años, vive en una familia de acogida como medida de protección. Un día se fuga para regresar al campamento gitano en el que nació. El comienzo del verano transcurre entre baños en los astilleros de l’Estaque, partidas de cartas nocturnas y hurtos en casa de los vecinos. Con su primo, el enano Boyard, Khamsa compra un gallo de pelea. Ambos sueñan con ser ricos y libres. Mientras tanto, Khamsa se dedica a hacer gamberradas con Coyote, su amigo de infancia, con quien conoce a Rachitique, un joven árabe de una barriada cercana. Rápidamente, el trío de inconscientes pasa del robo de motos al de casas.
REFERENCIA

Karim Dridi (Túnez, 1961) debuta en el cine como realizador de cortometrajes. Sus primeros films revelan sus temas predilectos: el boxeo, las diferencias culturales y las desigualdadaes sociales. En 1994, realiza su primer largometraje, Pigalle, selecionado para el Festival de Venecia. Un año más tarde, Dridi aborda el sensible tema de la inmigración con Bye-bye, que compite en Cannes en la sección Un certain regard.

Tres años más tarde, Karim Dridi habla de sí mismo con Hors jeu. Para los efectos de la película, le pide a sus actores –incluyendo Miou-Miou y Arielle Domabsle- que jueguen su propio rol. En 1999, realiza un largometraje musical, Cuba Feliz, homenaje a ese país y a su música. Regresa a Paris en 2001, específicamente al Distrito XIII, para rodar Fureur, sobre el mestizaje cultural y las relaciones comunitarias.

Después de una larga ausencia, Karim Dridi, ha vuelto en 2008 con el largometraje Sueños de niños (Khamsa), que se centra en la comunidad gitana de Marsella. Más recientemente, en 2009, dirige a la pareja Marion Cotillard/Guillaume Canet en Le Dernier vol, romance en pleno desierto de Sahara.

Con Sueños de niños, Karim Dridi ha querido volver a observar los barrios desfavorecidos de Marsella, 15 años después de haber hecho Bye-bye. Partiendo de la cárcel de menores de Marsella y reencontrándose con su antiguo actor en aquella cinta, Sofiane Mammeri, éste le conduce hacia los campos de gitanos, cuyo descubrimiento le motivan a realizar el film: "Quedé verdaderamente alucinado cuando vi sus condiciones de vida. Estas personas son parte de la población francesa, pero de las que nadie habla ni se ocupa", ha dicho el realizador.

Luego de escoger a algunos gitanos para encarnar a varios personajes, Didri encuentra a Mehdi Laribi, a quien escoge para interpretar al protagonista magrebí. La relación entre éste y los gitanos fue al principio muy conflictiva. "Las primeras reuniones entre Mehdi y los gitanos del campo Mirabeau fueron bastante violentas. Los insultos como “gitano sucio" o "árabe sucio" venían de todas partes. Entonces, cuando empezamos a ensayar, su relación se hizo más simple, menos tensa, comenzó ha establecerse el reconocimiento y el respeto mutuos", ha dicho el director.

El título original "Khamsa", se refiere al amuleto la Mano de Fátima, que el director no considera del todo religioso: "Para mí, este símbolo es el signo de la humanidad, de los seres humanos, la mano abierta que se ofrece a los demás. Paradójicamente, es la mano que no se ha extendido a los gitanos”.

Para evitar los clichés, Karim Dridi convivió durante año y medio con los gitanos y su caravana. Admite que se dejó llevar por esta imagen en su primer guión escrito en París.

Ayudado por Sofiane Mammeri y Veronique Ruggia, entrenadora de niños, el director realizó un taller de teatro durante cuatro meses con los niños en el campamento. Fue para él la experiencia más difícil, ya que los niños no fueron receptivos al principio. "Lloré y casi abandono después de varios intentos. Pero estoy muy contento de haber perseverado..."