SINOPSIS
Adaptación de la novela de Francisco Herrera Luque, “Boves, El Urogallo”, se trata de la historia de un hombre que se hizo leyenda durante la guerra de independencia venezolana, la más violenta de América. De origen asturiano, José Tomás Boves pasará de ser marino a pirata, de contrabandista de caballos a próspero comerciante y de preso a jefe militar, llevando una vida tan fugaz como desmesurada. Después de pelear un tiempo en el bando republicano, se pasa al bando realista y a pesar de sus orígenes, prefiere la compañía de esclavos, zambos y pardos, y pronto, en el llano venezolano, logra reunir un magnífico ejército de lanceros que sería conocido como La Legión Infernal. Apodado el “Taita”, va arrasando con todo a su paso, cometiendo toda clase de atrocidades; movido por el odio hacia el blanco –realista o patriota, criollo o mantuano-, Boves y sus lanceros, llevan adelante una cruenta guerra de razas que precipita la caída de la Segunda República.
REFERENCIA

Después del paréntesis que constituyó el drama social El enemigo (2008), sobre las consecuencias de la violencia citadina que llevan al enfrentamiento entre la madre de un delincuente y un fiscal del ministerio público, con Taita Boves (2010) el cineasta venezolano Luis Alberto Lamata, vuelve al género del cine histórico, un género en el que ha sobresalido con cintas como Jericó (1990) y Desnudo con naranjas (1995). Antes de El enemigo, Lamata había dirigido Miranda regresa (2007), un costosísimo film de “encargo”, producido por la Villa del Cine, sobre la vida del más importante precursor de la independencia venezolana, Francisco de Miranda.

Ubicada en los años más amargos de la historia venezolana, Taita Boves cuenta la vida de un hombre que logró aglutinar a todo un pueblo alrededor de su venganza y sacudir los odios, rencores y temores más profundos de un país.

Basada libremente en el libro “Boves, El Urogallo”, de Francisco Herrera Luque, el director adapta esta reconocida novela para contar un capítulo amargo de la historia a través de un solo hombre: el “taita”, el primer caudillo de Venezuela, el “blanco asesino de blancos”.

“Taita Boves es la visión dramática de un personaje muy especial. Ni siquiera pretendo que se hable de una película histórica, no quisimos echar un cuento de una manera divulgativa. Con Taita Boves el objetivo es tratar de contar una historia dramática de la mejor manera posible” explica el director.

¿Hasta dónde llega tu venganza? pregunta Luis Alberto Lamata a los espectadores, valiéndose de un estilo narrativo poco tradicional que deja varias interrogantes y algunas certezas sobre este antihéroe.

“Para entender nuestro presente –esto es válido hoy y es válido en cualquier momento– es necesario recordar el pasado, interpretarlo y darle un sentido. Creo que es una película muy pertinente para el momento histórico que vivimos, quiero que el espectador se pregunte hasta dónde puede llegar su odio”.

Taita Boves es una coproducción entre Jericó L.L. Films y la Fundación Villa del Cine, con aportes del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y PDVSA Centro de Arte La Estancia. (Fuente: www.noticierocultural.com)

La venganza del caudillo
"Impasible, Don Fernando dijo dirigiéndose al caporal: -Que le den veinte latigazos a la negra esta. -Pero mi amo -dijo una voz atormentada- si está preñada de ocho meses. -Que le den. He dicho -repitió imperioso para aclarar luego-: como se hace con las preñadas. Entre las cuatro estacas clavadas en el suelo como una cruz de San Andrés colocan a la negra Teresa. Un hueco se abre en el medio para que le quepa el vientre recrecido. Los esclavos callan y se amontonan como chamiza mojada. Resuena el primer latigazo. Un ¡ay! leve que se quedó en el aire hace callar a los pájaros. Siguen cayendo los latigazos. La negra Teresa ya no se queja. La negra Teresa sonríe. La negra Teresa ya no siente...". (Fragmento de la novela "Boves, el urogallo")

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Luis Alberto Lamata (...) recuerda que cuando leyó ese fragmento durante su juventud, tuvo que hacer una pausa. "Sentí indignación por una sociedad que era capaz de hacer eso".

Pero el director de Jericó, Desnudo con naranjas y Miranda regresa, toma aquel episodio y lo convierte en poesía. De aquel vientre sale un ángel que sirve para hilar todo un relato que se alimenta de las novelas de detectives, en las que se intenta encontrar al culpable de la muerte del caudillo.

Juvel Vielma, egresado de la Escuela Juana Sujo y del Grupo Actoral 80, interpreta al antihéroe de ojos encendidos como el diablo que pasó a la Historia de Venezuela como una de las mayores vergüenzas de la Guerra de Independencia. No obstante, Lamata -con el influjo de Herrera Luque- logra un fresco en el que no justifica al personaje, pero lo muestra en toda su dimensión humana.

"Es una película dura, amarga, tanto como lo fue 1814, el año culminante en la vida de José Tomás Boves. La Segunda República cayó, todo lo que se había logrado con la Campaña Admirable de Simón Bolívar se viene abajo, los bandos patriotas se repliegan y se van al Caribe. Lo importante es que así como hay un 1814, hay un 1821, con la Batalla de Carabobo", recuerda el cineasta, con formación y pasión por la Historia de Venezuela.

Lamata muestra a uno de los primeros caudillos de Venezuela, sus motivaciones y las razones de las masas para seguirlo. Sin embargo, evita comparaciones con otras épocas y aclara: "Boves no es chavista ni antichavista". "Hemos mostrado la película en la Universidad Central de Venezuela, en la Bolivariana, en el Millenium y en la Cinemateca, y a todos les interesa la película. Creo que lo que prevalece en el pueblo venezolano es una actitud profundamente democrática y de búsqueda de justicia social. Allí coinciden chavistas y antichavistas".

El director no está interesado en reflexionar en torno al drama del siglo XIX en Venezuela, plagado de caudillos de distintas tendencias. "Lo que quiero con Taita Boves es hacerme preguntas. De hecho, el eslógan de la película es '¿Hasta dónde llega tu venganza?'. En un país que está en una situación de fractura, la lectura es válida para todos los bandos".

Si Miranda regresa, producida por la Villa del Cine, fue una crónica histórica con un alto interés divulgativo; Taita Boves -también apoyada por la Villa- es una "creación libre y personal que se apoya a su vez en una historia fabulada". "Si una película no es personal no es nada", opina el director, quien no quiere hacerse grandes ilusiones con la taquilla, pero está plenamente satisfecho con esta obra que tanto le costó producir. (Fuente: diario El Universal, domingo 01 de agosto 2010).