SINOPSIS
Geirr es un individuo de 33 años que está en una silla de ruedas a raíz de un severo accidente de tráfico. Dados su aislamiento, obsesión por las armas, automedicación y amargura sin límites, su novia Ingvild, que ya no sabe qué hacer, invita a su casa a un grupo de incapacitados, de mente muy positiva, lo que dará lugar a 24 intensas horas en el hogar de la pareja. Geirr es el único que rechaza analizar cualquier asunto desde un punto de vista positivo, y fuerza a cada invitado a cruzar un túnel de desesperación y angustia.
REFERENCIA

Bård Breien estudió historia y literatura en la Universidad de Oslo, antes de pasar tres años estudiando cine en Copenhague. Ha escrito varios guiones de películas educativas y cortometrajes, entre ellos Que será, será (2002), de Geir Greni. Como director realizó el cortometraje Franks prolaps (2003), el cual fue nominado para un Premio Amanda de ese año.

Su primer largometraje, El arte del pensamiento negativo (Kunsten å tenke negativt, 2006), es una comedia negra sobre un grupo de autoayuda, con un personaje minusválido liberando a sus compañeros discapacitados de la tiranía de terapias reduccionistas, y que ganó el Premio al Mejor Director en el Festival de Karlovy Vary.

Con El arte del pensamiento negativo, Bård Breien quería hacer una película cómica sobre un tema serio, "donde uno intenta entender cómo abordar temas difíciles: los sentimientos que debemos manejar y las acciones que podríamos ejecutar frente a un drama. Al mismo tiempo, quería poner a prueba el concepto de 'positividad' como el único camino a la felicidad", ha dicho el director. “Un deseo que se vislumbra a través del personaje de Geirr, un hombre muy amargado y negativo, invadido por un grupo de pensamiento positivo, que se supone le enseñarán a ser feliz de nuevo. Y es en la manera en que Geirr toma el control del grupo empujándolo hacia un oscuro túnel de desesperación y desmoralización, que he visto el potencial de una comedia. Y aunque mi película es una historia muy dura, nunca he dejado de considerarla realmente como eso: una comedia”.

El arte del pensamiento negativo es, pues, la respuesta a la terapia del pensamiento positivo. El director Bård Breien explica: "Había oído hablar del método del pensamiento positivo, una nueva terapia directamente importada de los Estados Unidos, que aún sigue siendo muy popular en Noruega. Se utiliza para las personas de bajos recursos y con el apoyo del Estado. Descubrí que era un concepto orientado más hacia la solución, evitando cualquier tipo de problemas. Por ejemplo, en lugar de preguntarnos por qué estamos triste, es mejor pensar en lo que podría hacernos felices. Asistí a algunos cursos y me interesé de manera seria. En este caso, me di cuenta hasta qué punto el programa era estúpido y, por supuesto, bastante superficial. Me gustaba la idea de dinamitar este concepto tan pronto como supe que era utilizado por muchos trabajadores sociales en Noruega”.