SINOPSIS
Betty es una niña de 10 años asustada por fantasmas y riNcones oscuros. Cuando su hermana es enviada a estudiar fuera de la ciudad, ella se queda sola entre sus padres en proceso de separación y una nana casi muda. Un dia Yvon, internado en un asilio adjunto a la casa, se escapa de alli. Betty lo esconde varios dias en la cabaña de su jardin conviertiéndolo en su confidente y mejor amigo.
REFERENCIA

Graduado de la IDEC, Jean-Pierre Améris regresa a su ciudad natal, Lyon, para realizar en 1987, tres cortometrajes, de entre los cuales, Intérim, le valdrá al año siguiente el Gran Premio del Festival de Clermont-Ferrand. En 1992 dirige su primer largometraje, Le bateau de mariage, la historia de un maestro bajo la ocupación. La película fue seleccionada en varios festivales internacionales, y recibió, entre otros, el Premio de la Juventud en el Festival de Tübingen.

Jean-Pierre Améris, entonces, alterna entre la ficción y el documental, antes de estrenar Les aveux de l’innocent, multipremiada en Cannes en 1996: Premio de la Semana de la Crítica, Premio de la Juventud y el Gran Rail d’or. Dos años más tarde, Maud Forget y Robinson Stevenin, son los intérpretes principales de Mauvaises fréquentations, Premio a la puesta en escena en el Festival de San Sebastián.

Los hospicios y los clubes de boxeo sirven como decorados en sus dos siguientes películas: C’est la vie (2001), con Sandrine Bonnaire y Jacques Dutronc, y Poids léger (2003), adaptación de una novela de Olivier Adam en la que actúan Nicolas Duvauchelle y Bernard Campan.

Durante años, el director acariciaba la idea de hacer una película sobre la infancia. En un momento hasta pensó en la adaptación de una novela clásica para jóvenes de los años 60, “La cicatrice”, de Bruce Lowry, la historia de un chico con labio leporino. Luego, Améris leyó los artículos acerca de la novela de Anne Wiazemsky y la trama le pareció irresistible: "Una niña esconde a un loco escapado de un asilo dirigido por su padre”. Casi al mismo tiempo, la productora Fabienne Vonier se puso en contacto con él y le informó que había obtenido los derechos para la adaptación, ofreciéndose trabajar en la realización. Así surgió Me llamo Elisabeth (Je m'appelle Elisabeth, 2006).