SINOPSIS
Bertrand y Lorraine son los que quedan. Son los que merodean los pasillos haciéndose preguntas prohibidas, hablan fuerte en la cafetería y fuman a escondidas en la azotea del hospital. Todo para soportar la culpa de estar vivos, han decidido ayudarse a vivir y a seguir amando.
REFERENCIA

La actriz, guionista y realizadora francesa Anne Le Ny, comenzó a aparecer en la televisión, en 1991, destacándose en el telefilm La mort d’Alexandre. Su primera aparición en los cines es en Pasaje à l’acte (1996), con Daniel Auteuil y Patrick Timsit, un film de Francis Girod. Sigue participando en numerosos proyectos, entre ellos tres colaboraciones con Pierre Jolivet: En plein coeur (1998), Ma petite entreprise (1999) y Le frère du querrier (2002). En 2002, forma parte del casting del debut como directora de la actriz Sophie Marceau: Parlez-moi d’amour. Estará en los films de directores como Vincent Dietschy, Agnès Jaoui, Denis Dercourt...

En 2007 dirigió su primera película de la que ella misma escribió el guión, Los que quedan (Ceux qui restent), poniendo en escena a Vincent Lindon y Emmanuelle Devos en un drama nominado a los César a la mejor ópera prima y al mejor guión original. Al año siguiente, escribe el guión de Didine, un film de Vincent Dietschy, con quien ella había colaborado en Julie est amoureuse (1998). En 2010, regresa a la silla del director con Les invités de mon père, que ella también escribió. Aquí Fabrice Luchini y Karin Viard comparten el protagonismo.

La directora Anne Le Ny, explica lo que le llevó a la historia de Los que quedan: "Desde lo puramente teórico, a menudo suelo preguntarme: ¿cómo sería hoy en día, vista la evolución de las costumbres, la imposibilidad de una historia de amor ? (...) ... es la modestia de la historia lo que más me gusta de esta película: las personas casadas, que viven una cotidianidad sencilla. Pero entonces la pasión cae sobre ellos y no hay nada romántico; es una catástrofe que va a devastar sus vidas. Al ver la película de un amigo pensé en la enfermedad como la real imposibilidad moral de que los protagonistas se enamoren. (...) Y luego, deseaba hablar de "daños colaterales", de estos seres que viven la enfermedad en segunda línea, como acompañeros de alguien que sufre. Por supuesto, estos no son los "combatientes", sino que tienen una posición difícil debido a su carga de culpa, de agotamiento, de miedo constante ".

El largometraje aborda varios temas: el amor, la muerte, la enfermedad... La directora Anne Le Ny, no tenía una tarea fácil. "Mi experiencia como espectador, me llevó a pensar que cuanto más se quiere tratar con las cosas, más probabilidades tienes de quedarte en la superficie, a menos que apeles a Shakespeare o a Orson Welles, por supuesto", dice ella. "Así que decidí reducir el ángulo de ataque a una serie de prejuicios: no se verán ni los pacientes ni los médicos, sino que el drama se desarrollará en los lugares menos emblemáticos de un hopital: la cafetería, el quiosco de prensa, el estacionamiento... Y claro, también se aplica este prejuicio al drama: elegí a menudo describir el eco de la crisis más que centrarme en el corazón de la misma".