BARCELONA (UN MAPA) Título Original: Barcelona (Un mapa)
Año: 2007
País: España
Duración: 90 min /
BARCELONA (UN MAPA)
DIRECTOR
Ventura Pons
SINOPSIS
Seis personajes –arquetipos contemporáneos de la soledad urbana– se encuentran en un viejo piso del Ensanche barcelonés. Un matrimonio anciano, el hermano de ella y tres realquilados: una mujer rubia, que da clases de francés; un joven vigilante de seguridad, ex futbolista; y una muchacha sudamericana que está embarazada. El anciano, antiguo portero de la ópera a quien le gusta travestirse, les reúne a todos para pedirles que se marchen, ya que va a morir y quiere estar solo en el tramo final de su vida. En el anodino piso barcelonés, el incesto, la homosexualidad y el adulterio se entrecruzan en la vida de los personajes... mientras asistimos al paso del tiempo en la ciudad mediterránea.
REFERENCIA

Notas del Director:

Un mapa muy especial
Llevo leyendo y siguiendo en el teatro, siempre que me es posible, la prolífica obra de Lluïsa Cunillé desde que la dio a conocer hace más de quince años el Teatro Fronterizo con su primer texto representado, que creo fue “Rodeo”, en la temporada 92-93 en el Mercat de les Flors de Barcelona. Siempre me pareció una autora interesantísima, inquietante, muchas veces hermética, pero muy cercana y con un mundo poético interior de los más fascinantes de los autores contemporáneos europeos.

Hace tres años estrenó - deslumbrando la Sala Becket, para mí la cuna, el santa sanctorum, el máximo referente creacional de la nueva dramaturgia catalana: ¡bravo, bravo por el trabajo de Sanchís Sinisterra y de Toni Casares! - un gran texto, “Barcelona, mapa d’ombres”, que, medio escondido en una programación de miradas sobre nuestra ciudad, me dejó conmovido, emocionado, con ganas de no levantarme de la butaca, dispuesto a asistir de nuevo al rito de su representación. Un mundo poderoso, una historia llena de recovecos, unos personajes tremendamente construidos. Luego el texto, gracias al buen olfato de Josep Maria Pou, saltó al CDN en Madrid y… los grandes textos siempre tendrán largo recorrido.

(…)

Estoy muy de acuerdo con Marcos Ordóñez cuando escribe: "No falta ni sobra nada en este texto. Todo es importante, nada es 'simbólico' o 'significativo'. No hay costumbrismo. No hay opacidad. Porque su tono es inusual. No es una autora difícil, como se ha dicho. Es una autora clara: lo que sucede es que hay demasiado ruido, demasiado tintineo a su alrededor. Y es una autora mayor, que quedará, cuando caigan las etiquetas y la pereza receptiva".

Ese mundo terminal de una sociedad que se acaba, que miente y se descompone, me permite mirar nuevamente a unos personajes que se me aparecen parientes de otros desesperados perdedores solitarios que he tenido la oportunidad de presentar en trabajos previos. Supongo que una de las cosas que más me atrajo para llevar el texto de la Cunillé al cine fue precisamente la gran riqueza dramática de los protagonistas, y del difícil momento que viven, y la ternura que me provocan. Sentía como si fueran viejos conocidos míos, como si salieran de Carícies o de La Rossa del bar o de Amor idiota… Siempre he sentido un gran cariño por la gente sola, desesperanzada, a la que no le queda fuerza para luchar por un mundo mejor, ya que no lo ven posible en sus vidas.

Todo ello me llevó a plantearme la película como una apertura de los actos del texto, máxime cuando se basaba en una pieza tan cerrada de contenido y de acción. Pero en lugar de hacer una fácil apertura de “exteriores”, he buscado la apertura en el propio interior de los personajes. Tramé un guión que, al margen de unas pequeñas secuencias presentativas de los personajes, que precedieran cada uno de los cinco actos, estuviera lleno de "flashes" que tuvieran más que ver con el subconsciente, con el estado anímico que viven esas criaturas desvalidas, que con su realidad cotidiana. Una vez terminado el montaje, cuando el guión ya no es blanco sobre negro sino que finalmente se ha convertido en tu propia visualización de la historia, el resultado me recuerda un poco el concepto narrativo de mi primera película, Ocaña, retrat intermitent, rodada precisamente hace treinta años, donde también buscaba la verdad del personaje en base a unas intermitencias, a modo de provocaciones de la memoria que completan/configuran el retrato del personaje.

En la puesta en escena de Barcelona (un mapa) he intentado separar los dos mundos contrapuestos, el real rodado de una manera limpia y serena y el más onírico, el de los "flashes", que visualizo para explicar ese más allá de los límites aparentes de cada uno de los habitantes del piso del Ensanche.

Para terminar, algo con lo que debiera haber empezado. Sin la complicidad de los grandísimos actores que han aceptado crear estos personajes, esta película no se hubiera podido realizar. Mi más sincero agradecimiento a todos ellos, en particular al duo protagonista, Núria Espert y Josep Maria Pou, que son los que aguantan el armazón de toda la estructura narrativa. Con los dos sólo había trabajado una vez, con Núria en Actrius y con Pou en Amic/Amat y hemos tenido la suerte de encontrar nuevamente unos personajes que nos han permitido reunirnos y gozar de y con el trabajo. Tanto los ensayos como, sobre todo, el rodaje, serán unos días difíciles de olvidar, por ese goce especial, intenso, que percibes cuando intuyes que asistes a la creación de algo único que podrás compartir luego con el espectador. (...) A su lado, mi estimadísima y vieja cómplice, Rosa Maria Sardà, y los magníficos Jordi Bosch, María Botto y Pablo Derqui.

Ventura Pons
FUNCIONES:
GALERíA DE FOTOS: BARCELONA (UN MAPA)
FICHA TÉCNICA:
Guion: Ventura Pons; basado en la obra
Producción: Ventura Pons
Fotografía: Mario Montero
Montaje: Pere Abadal
Música: Carles Cases
Director de Arte: : Bel•lo Torras
Intérpretes: Núria Espert (Rosa), Josep Maria Pou (Ramón), Rosa Maria Sardà (Lola), Pablo Derqui (David), María Botto (Violeta), Jordi Bosch (Santi)
Distribución: Séptimo Films
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