SINOPSIS
En París cubierta por la nieve, seis personajes intentan combatir su soledad en el barrio de la Gran Biblioteca. Todos intentan escapar a la depresión que los acecha. Dan es un soldado que ha sido apartado del ejército recientemente y para escapar de su propia vida y de sus amigos, se refugia en el alcohol. Su novia Nicole, sin darse cuenta del estado de degradación de su relación, no encuentra el camino correcto para acercarse a Dan. Al mismo tiempo, Gaëlle busca de manera desesperada y sin éxito el amor. Su hermano Thierry, un agente inmobiliario, se siente muy atraído por su compañera de trabajo, Charlotte. Al igual que todos ellos, Lionel, que reparte su vida entre su enfermo padre y un trabajo como barman, intenta combatir su soledad.
REFERENCIA

Alain Resnais recibió el León de Plata en la edición 2006 de la Mostra de Venecia por la película Corazones (Coeurs), un filme oscuro y a la vez vital, como toda su obra, una de las más originales del cine francés, en la que el director de 86 años mezcla audacia formal, humor y profundidad.

"Soy tímido y prudente aunque al mismo tiempo me gusta sentir el peligro". Discreto y audaz, Alain Resnais es un funámbulo que siempre avanza. Corazones es el grito conmovedor y crepuscular de un cineasta en la cumbre de su arte, preocupado por la eterna pregunta sobre la irremediable soledad del hombre en el mundo moderno.

Corazones sigue el baile perdido de títeres tragicómicos, de fracasos amorosos míseros y brillantes del distrito XIII de París en plena reconstrucción. El filme es una adaptación de una obra del dramaturgo inglés Alan Ayckbourn, en quien Resnais ya se inspiró para dirigir Smoking y No Smoking en 1993, brillantemente adaptada por la pareja de guionistas Agnès Jaoui y Jean-Pierre Bacri.

Algunos de los actores de Corazones que interpretan estos seis personajes en búsqueda de calor humano, trabajan desde hace más de veinte años en las películas de Alain Resnais. André Dussolier, Pierre Arditi, Sabine Azéma, Lambert Wilson son figuras familiares que ya forman parte del humor negro chispeante del cineasta, cuya melancolía siempre ha ido unida a un incomparable verbo y a un gran sentido del absurdo.

Pierre Arditi, veterano de la "casa Resnais", compara las películas del maestro con los cuadros de Balthus: "Alain Resnais pone la vida al revés para mirarla mejor. Se pueden reconocer sus elementos, pero nada es natural".

André Dussollier es sensible sobre todo a la dulce obsesión de Alain Resnais por el pintor italiano del Renacimiento Lorenzo Lotto, hasta el punto de exigir de sus actores que imiten la extraña sonrisa cruzada que muestran todos los personajes de los retratos del pintor.

Sabine Azéma, además de ser pareja en la vida real de Resnais, ha recibido alabanzas y reconocimientos en las innumerables actuaciones que ha realizado bajo las órdenes del maestro, entre ellas el premio César a la Mejor actriz por Mélo.

Cada una de las películas de Resnais es un laberinto en el que uno se pierde conscientemente para salir de él con una mirada intrigada, aguda, dispuesta a afrontar las vicisitudes de la vida, sin duda gracias a la distancia divertida de Alain Resnais, a quien le gusta repetir que "no soy filósofo. No quiero tener un aire demasiado serio".

Marine Landrot, periodista de la revista cultural Télérama, 2/09/2006.