SINOPSIS
Una joven acaba de heredar 50.000 euros y no sabe qué hacer con ellos. Por fin decide gastárselos en la Costa Azul. En el hotel Carlton concoce a Stéphane. A él, en cambio, sí que le interesa el dinero de los demás. Intenta quitárselo pero Franssou no se deja. Acaban asociándose y estafando a un tercero, un ex-piloto de autos de carreras.
REFERENCIA

En sus años mozos, durante los 70, Christian Vincent (París, 1955) se dedica más a la militancia política que a la cinefília. Descubré ésta, a los 21 años, cuando conoce La Règle du jeu (1939), la gran obra de Jean Renoir, una verdadera revelación para él. Después de sus estudios de sociología y cine, entra al IDHEC en 1979. En este escenario realizará varios cortos destacados, como Il ne faut jurer de rien (1983) con Fabrice Luchini, antes de ser asistente de montaje de los últimos films de Max Pécas.

A finales de los 80, sus investigaciones acerca de la coquetería del siglo XVIII para el proyecto de un film colectivo abandonado finalmente, le proporcionan el argumento de su primer largometraje, La discrète (1990), brillante comedia de caracteres con un elocuente Luchini, actor rohmeriano en ese entonces desconocido para el gran público. Éxito de público y crítica, el film será recompensado con tres premios César en 1991, uno de los cuales corresponde al de Mejor óperea prima, haciendo que Vincen sea ubicado a la par de otros jóvenes autores, para ese entonces, prometedores como Rochant o Desplechin. A este largometraje le sigue el modesto film Beau fixe (1992), que ofrece a Isabelle Carré y a Elsa Zylberstein sus primeros grandes roles.

Rodado en condiciones más confortables –Claude Berri en la producción, Isabelle Huppert y Daniel Auteuil en el casting-, La séparation (1994), su tercer largometraje, relata con delicadesa una ruptura amorosa. En 1997, Je ne vois pas ce qu’on me trouve, testimonia su talento aún más al relatar la cotidianidad con ternura y humor. Pero el cineasta decide luego trastornar sus habitos filmando en 2000 Sauve-moi, crónica sobre la miseria social.

Después de cinco años pasando por proyectos que rechazaría, Vincent aborda, en tono ligero, el tema de las familias reconstruidas en Les enfants (2005), que marca su tercera colaboracion con Karin Viard. En 2006, rueda la comedia sofisticada a la manera de Ernest Lubitsch, Seductor de lujo (Quatre étoiles), en la que se reencuentra con Isabelle Carré, casi 15 años después de Beau fixe.

Vincent coescribió el guión de esta cinta en compañía de Olivier Dazat, guionista, escritor y antiguo periodista, con el que había colaborado en Je ne vois pas ce qu’on me trouve. Una primera versión del guión había sido escrita en 2001, pero éste fue rechazado por varios actores, por lo que el realizador había abandonado el proyecto temporalmente.

Seductor de lujo, presentada en la secciójn Panorama del Festival de Berlín, ejemplifica el amor de Vincent por la comedia hollywoodense sofisticada. Como cinéfilo fue en la Cinemateca donde descubrió las comedias americanas de los años 30-50 : "Me inspiraron films como Trouble in paradise (1932) o Blue Beard’s Eighth Wife (1938), de Lubitsch. Y creo que en materia de comedias, no han sido superadas. Hecho de menos el lugar que estos autores ocuparon. Ellos eran brillantes, muy cultos. Sus films eran graciosos, inteligentes, y los estudios de la época no vacilaban en confiar en los éxitos de esos productos".

Para Vincent, su comedia "está un poco diseñada a la manera de un thriller, con mucho suspenso... aunque no hablaría de suspenso tal y como se entiende habitualmente. El guión está construido de manera que el espectador esté pendiente de lo que va a suceder en la secuencia siguiente. Se parte por tanto de un cliché: una joven bastante ingenua cae bajo el embrujo de un individuo que se interesa en su dinero. No cabe duda de que Franssou y Stéphane inevitablemente caerán una en los brazos del otro, pero al mismo tiempo, nunca se habla de los sentimientos (...) Lo que me interesa en ellos son las relaciones de poder. Cómo uno hace avanzar al otro, cómo lo manipula… Y rápidamente, en este arte de la manipulación, se ve cómo el alumno suplanta al maestro. Seductor de lujo es un poco una película de aprendizaje en la que se muestra a un ganso blanco convertido en un pequeño canalla”.