SINOPSIS
Nick Hume es un ejecutivo de modales impecables que tiene una vida perfecta, hasta que una noche es testigo de la muerte de su hijo a manos de unos delincuentes. Transformado por el dolor, Hume llega a la terrible conclusión de que no existe nada que no se pueda hacer para proteger a la familia.
REFERENCIA

Aunque nacido en Malasia, James Wan (1977) es un director australiano que se convirtió en uno de los alumnos más jóvenes en ingresar en la respetada facultad de cine del prestigioso Instituto Real de Tecnología de Melbourne. Dirigió varios cortos durante sus tres años en la facultad antes de empezar a trabajar como director, montador y artista gráfico en diversas agencias de publicidad.

El juego del miedo (Saw, 2004) fue su primer largometraje como director, recaudando más de 55 millones de dólares en Estados Unidos y más de cien millones en todo el mundo. Sus proyectos posteriores como productor de la saga de “Saw” -de la cual se han realizado 5 entregas: Saw II (2005), Saw III (2006), Saw IV (2007) y Saw V (2008)-, en la cual ha sido el creador de los personajes junto a su compañero de trabajo Leigh Wannel, han hecho que sea incluido como uno de los cineastas del “Splat Pack”, término acuñado por el historiador de cine Alan Jones, de la revista Total Film, para definir a la moderna ola de directores de film violentos de terror, en el que se incluyen a realizadores como Alexandre Aja (Espejos siniestros), Darren Lynn Bousman (director de Saw II, III y IV), Eli Roth (Hostel I y Hostel II) y Rob Zombie (director de la nueva versión de Hallowen de 2007), entre los más conocidos.

En su segundo largometraje, El títere (Dead Silence, 2007), a través de unos muñecos el fantasma de una mujer ventrílocua, comienza a vengarse de los descendientes de los habitantes del pueblo que la asesinaron .

En Sentenciado a morir (Death Sentence, 2008), Kevin Bacon interpreta a un hombre que busca venganza tras la muerte de su hijo a manos de unos delincuentes. “La historia de este filme es muy shakespeariana”, comenta James Wan, “el tema de la venganza es inmortal. Es una de nuestras emociones primarias el querer buscar venganza cuando se nos ataca. Mi intención con Sentenciado a morir es explicar una historia clásica y darle un marco contemporáneo”.

La idea de la venganza contra un enemigo parece ser una consecuencia natural de la justicia. De hecho, el proverbio “ojo por ojo, diente por diente” (Éxodo 21:23-27) ha servido siempre como un código legal para la venganza. Pero cuando es llevada a cabo, ésta es una acción que genera más males que el corregir una injusticia. “En un momento irracional, Nick Hume va contra estos tipos que mataron a su hijo y acaba abriendo la caja de Pandora”, explica Wan.