Magaly entra a participar en un concurso de televisión donde buscan a la “Marilyn Monroe del nuevo milenio” con un premio de 25.000 dólares. Arturo, representante de “artistas” fracasados y esposo de Magaly, ve en el concurso, patrocinado por “Platino, El tinte de la fama”, la forma más rápida y “segura” de salir de la precaria situación económica en la que viven. Magaly cae así en la trampa de sustituir su identidad por una patética copia de la diva holywoodense de los años 50. Como aliado de este cambio, aparece Héctor quien se asume a sí mismo como la auténtica reencarnación de Marilyn Monroe en el cuerpo de “un macho del tercer mundo”. 

Alejandro Bellame Palacios (Caracas, 1964) estudia Comunicación Social, mención Audiovisual en la Universidad Católica Andrés Bello, de donde egresa en 1986. Durante sus años de estudiante realiza los cortometrajes de ficción: Una cita para Alicia (1984, 5 min., S.8) Entre formas (1985, Animación, 3 min, S.8), La Cena (1985, 7 min. S.8) y La máquina del tiempo (1986, 8 min., S 8). Posteriormente continúa su formación en el área audiovisual al cursar diversos talleres de guión, dirección, análisis dramatúrgico y actuación con reconocidos profesionales como Jean-Claude Carriére, Jacques Espagne, Jaime Chávarri, David Suárez, Gilda Santana, Mario Crespo, Senel Paz, entre otros.

En 1998 escribe y dirige el cortometraje de ficción Fosa Común, el cual se convertiría en una de las producciones venezolanas más premiadas en la historia del cine nacional. El film muestra el encuentro de dos personajes sin ningún vínculo aparente: una anciana humilde, que recorre la ciudad buscando información sobre su hijo desaparecido; y un reconocido político, que se dirige al hospital donde se encuentra su hijo, gravemente herido en un atraco. Esta producción participó y fue reconocida en varios festivales de cine internacionales.

Durante los años 1994-1998, Bellame se dedica a la docencia como Profesor de la Cátedra de Producción y Dirección de Cine y Cortometraje de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello. También fue Presidente de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, ANAC; durante su período y gracias a un esfuerzo mancomunado de todos sus miembros, se consolida la actual Ley de Cinematografía Nacional.

Es fundador de Con Todo Producciones, una empresa dedicada a la realización de piezas audiovisuales de diversa índole. Ha escrito y dirigido más de 150 micros institucionales, documentales y comerciales para empresas como Cinesa, Bolívar Films; Fundación Polar.

En el año 2007 obtiene el tercer lugar de la convocatoria para desarrollos de proyectos de guión del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, CNAC, para la escritura de El Rumor de las Piedras, su segundo largometraje de ficción, que abordará el tema de la tragedia del estado Vargas de 1999.

La idea La idea de hacer El tinte de la fama (2008)surgió durante un taller de escritura de guión que tomara el director. Con el tiempo dicha idea fue madurando hasta dar vida a un largometraje. Bellame confiesa “tenía la idea dando vueltas en mi cabeza durante un tiempo y hablé con Alberto Gómez y nos sentamos a escribir un tratamiento y el siguiente paso fue buscar a un guionista, en este caso a Armando Coll, quien había trabajado en Caracas amor a muerte y Piel… el guión tiene el aporte de los tres”.

En diciembre de 1997, un jurado integrado por Luis Britto García, Carlos Oteyza, Sonia Chocrón, Milagros Rodríguez y Alfonso Molina, otorga al guión de El tinte de la fama el Tercer Premio del Segundo Concurso de Nacional de Guiones de Largometrajes, evento promovido por Fundavisual Latina. Surge así, Totem Films, la empresa productora de esta ópera prima.

“Quería hacer una película que hablara de nosotros, que hablara venezolano, que fuera contada desde nuestra localidad, pero que pudiera ser disfrutada en cualquier lugar del mundo. Quería que tratara la confusión de identidad que a veces podemos tener como nación, como país, como gentilicio”.

“Surge así la idea de hacer una película a partir de esa metáfora: una muchacha que busca un modelo, el norteamericano, y que mejor símbolo del 'star system' norteamericano que Marilyn Monroe, alegoría inequívoca de una personalidad trágica. La sustitución de la propia identidad, conduce, inevitablemente, a una tragedia personal”.

Para Bellame, Marilyn es un personaje esencialmente trágico, como reza el slogan de la película: 'Toda la gloria y toda la miseria en un mismo instante'. “Eso me atraía mucho de ese personaje, la tragedia de Marilyn vinculada a lo aparentemente exitoso como contraste, cómo a través del éxito, puede llegarse a la tragedia más terrible”.

El director aclara que no se trata de una película sobre Marilyn Monroe, el personaje sirve de excusa para hablar de la búsqueda de nuestra identidad. “Marilyn dejó de ser una persona para convertirse en un icono, en un afiche, un material POP, un bolígrafo… cualquier cosa puede ser Marilyn, quedando el ser humano que está detrás de todo eso, prácticamente olvidado”.

Bellame no era seguidor de la estrella estadounidense, sin embargo debió estudiar sus biografías como parte de la investigación para la película. “Es un Drama / comedia o Comedia dramática, entre estos extremos se desarrolla la película, ¿acaso no fue así la vida de Marilyn? ¿No se parece esto a nuestra propia cotidianidad venezolana? Esto está muy vinculado a lo patético que puede ser el pretender parecerse a otra persona, no porque sea mejor o peor, sino porque es simplemente algo artificial, muy diferente a lo que realmente somos” .

Para acentuar el sentido del film, el director empleó algunas imágenes documentales de la Monroe, lo que le permitió mostrar el retrato de la Marilyn verdadera, que yace tras la icónica.

“Es una historia de perdedores. Pero son perdedores que aprendemos a apreciar y a querer tal como son. Nos identificamos con sus anhelos y sus frustraciones, porque de alguna forma, las sentimos un poco nuestras. Ellos son todo 'lo mejor y todo lo peor' que pueden ser. Tienen que lidiar con lo que son y vivirlo. No tienen salida posible sin autenticidad”.