SINOPSIS
Una noche, el trompetista Alirio Guaramato, entre los estragos de una feroz borrachera, intenta desahogar sus penas tocando su instrumento. Por accidente, logra emitir la nota exacta reservada a los querubines que con las trompetas celestiales deberán resucitar a los muertos "El Día del Juicio Final". La naturaleza se estremece ante tal acontecimiento fuera de tiempo y lugar. En el cementerio cercano se rompen los sellos de una lápida en el panteón familiar de Los García y resucita Antonieta, quien había muerto a los ochenta años pero extrañamente reaparece con la lozanía de los 20. Aturdida aún, Antonieta decide buscar una dirección que permanece en la laguna de su memoria y llega así al apartamento donde vive su nieta Mónica, soltera de 28 años. Mientras tanto, “desde lo alto” y enviado por el propio Creador, ha descendido El Ángel huraño llamado Jazzaboalnitanken -Jazz para los amigos- con la misión de restablecer a toda costa el Orden Universal que ha sido roto...
REFERENCIA
En sus cuatro largometrajes anteriores, el cineasta venezolano de origen canario, Olegario Barrera (1947) ha demostrado su interés por los personajes sencillos pero decididos a la hora de afrontar las situaciones difíciles a las que se ven enfrentados. Esto sin dejar a un lado una mirada centrada en el contexto latinoamericano, por demás, plagado de elementos políticos y sociales que a veces, se vuelven decisivos a la hora de contextualizar los dramas y comedias de cada cinematografía de la región.

En su primer film, la estimable Pequeña revancha (1984), basada en un cuento de Antonio Skármeta, recrea la hazaña de unos niños de un pequeño pueblo que se enfrentan a la autoridad local de la manera menos pensada. La película fue merecedora de más de 30 premios nacionales e internacionales, y es uno de los mejores ejemplos de creatividad cuando se cuentan con limitadas condiciones de producción

A este film le siguió una especie de fábula heroica protagonizada esta vez por unos ancianos que se enfrentan a la codicia por el dinero en Operación Billete (1987), un film que a pesar de su abundante publicidad en televisión no fue un gran éxito. Un domingo feliz (1988) pertenece a la serie “Amores Difíciles”, producida por la Televisión Española, con guiones de Gabriel García Márquez; mientras Fin de Round (1991), tenía como marco el barrio caraqueño y la figura de un boxeador atrapado en sus fantasías; una coproducción con España y Francia, con guión de Rodolfo Santana.

Barrera además de ser productor de varios largometrajes venezolanos antes de realizar su primer film, también ha sido docente en la Universidad Central de Venezuela, CONAC y Universidad Simón Bolívar. Desde 1991 trabaja en Radio Caracas Televisión (RCTV) como Director General de Programas Dramáticos, realizando varias telenovelas de éxito y diversos largometrajes para televisión.

En 2007, luego de dieciséis años alejado del cine, estrena su quinta película Una abuela virgen, financiada por el CNAC y en coproducción con Alfredo Anzola, José Sousa y Adolfo López.

La película parte de la premisa de: ‘Si yo pudiera ser joven otra vez con la experiencia que tengo ahora’... “¿Quién no ha acariciado alguna vez -sobre todo después de cierta edad- esta utopía?”, se pregunta el realizador.

“La película se plantea básicamente como una batalla entre la vida y la muerte.

“La vida (Antonieta), entendida como goce, como oportunidad única e irrepetible, como exaltación de lo hermoso y de lo 'humano', como una experiencia que debe aprovecharse minuto a minuto, plenamente, con todo lo que nos depare, sea alegría, tristeza, ansiedad, frío, calor, hambre, el placer de comer, el amor en sus múltiples manifestaciones...

“La muerte (Jazz), representa, más que la muerte física -la cual al fin y al cabo es inevitable-, la negación de todo lo anterior. Jazz sigue fielmente las órdenes de su patrón, como las siguen todos los que pertenecen a cualquier institución cerrada, llámese partido, religión o secta, donde las órdenes no se discuten. Jazz padece de un dogmatismo obsesivo y por lo tanto no tiene libertad de pensamiento ni derecho a disentir.

“El mayor reto de esta propuesta cinematográfica es plantear todas estas cuestiones filosóficas en una historia ubicada en nuestro contexto, entretenida, de ritmo acelerado, con muchas peripecias jocosas y donde nuestro espectador se reconozca. Si además logramos generar en él preguntas y deseos de indagar sobre su existencia y modo de vida, pues mucho mejor...

“Yo, particularmente, me pregunto ante esta historia: ¿De qué sirve un Dios que amenaza y atemoriza? “