***.- La película de Alberto Arvelo, Cyrano Fernández, protagonizada por el internacional Edgar Ramírez, está causando sensación en Venezuela. Desde su estreno el pasado 22 de febrero, el largometraje de la productora valenciana Indigomedia ha pasado de la segunda a ser la primera película más vista del país, con un crecimiento de 17% con respecto al primer fin de semana. Alberto Arvelo (Tocar y luchar, 2006; Una casa con vista al Mar, 2001; Una vida y dos mandados, 1998), se basa en la popular novela “Cyrano de Bergèrac” para narra la historia de Cyrano (Edgar Ramírez), Roxana (Jessika Grau) y Cristian (Pastor Oviedo), quienes protagonizan un triángulo amoroso que se desarrolla en uno de los más peligrosos e impactantes escenarios urbanos del mundo; de laberínticas veredas y empinadas escaleras; el barrio de San Miguel en Caracas, el más grande de Latinoamérica, donde millones de personas se apiñan en sus favelas. En España se presentará en competición en Territorio Latinoamericano del Festival de Málaga, tras lo cual llegará a las salas españolas. ***.- La renuncia del presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de la Argentina (Incaa), Jorge Álvarez, ha provocado una serie de comprensibles reacciones en la industria local. El Ojo Obrero, una agrupación que reúne a directores y fotógrafos independientes vinculados a la realización de obras relacionadas con lo social, se pronunció sobre este hecho, indicando que su renuncia "ha puesto al desnudo la guerra de camarillas que se viene desarrollando en torno a los fondos para el fomento del cine nacional, así como la impotencia del gobierno 'nacional y popular' en el desarrollo de una política cultural nacional y mucho más aún, popular". En un comunicado, especificó que "desde mediados de 2007, los documentalistas asociados en DOCA vienen realizando una campaña exigiendo la publicación de los listados de films financiados a través del Tercero J (con el que el máximo responsable del Incaa puede dar subsidios sin rendir cuentas)", la cual fue "levantada por otras asociaciones y medios de comunicación que salieron a pegarle a la gestión con otros fines políticos". "Desde que se inició la campaña por la apertura de los libros, los principales medios de la burguesía salieron al cruce rabioso contra DOCA, acusándola de ser 'los piqueteros del cine' y comenzaron a trazar una orientación política que responde al lobby de las grandes productoras. Desde La Nación, Ámbito Financiero y otros medios, apoyándose en declaraciones de afamados directores como Aristarain, la industria comenzó a desarrollar su lobby a favor de una mayor concentración de los fondos de fomento. Para poder competir en el mercado: 'más fondos para menos películas de mayor calidad', claman. Esta es la 'salida' de la industria 'nacional' para 'competir' con los tanques de Hollywood", se aseguró, concluyendo que monopolios nacionales e internacionales, a partir de la devaluación, están "amasando fortunas sobre la base de trabajadores altamente calificados con sueldos de niveles asiáticos".