El cortometraje discapaCIUDAD fue reconocido como el Mejor Cortometraje de Derechos Humanos durante la pasada XVII edición del Festival Internacional de Cortometrajes Manuel Trujillo Durán en Maracaibo. En esta producción audiovisual se muestra una realidad retratada en 12 minutos, la que enfrentan a diario quienes transitan en silla de ruedas las calles de Caracas, la capital de Venezuela.

Las historias conmovedoras contadas en este cortometraje invitan a reflexionar sobre la responsabilidad que tienen tanto el Estado como la sociedad en general. Agencia RP conversó con el director, Juan Díaz, quien nos ofrece esta pieza audiovisual con el apoyo de Circuito Gran Cine, a través del programa Fábrica de Cine.

Sinopsis: La «discapaCIUDAD» obedece a una estructura, a la morfología de las ciudades que no están actas o diseñadas para las personas que tienen alguna discapacidad, en este caso, personas con movilidad reducida que exigen a esta ciudad incapacitada para brindar confort a sus ciudadanos y que privilegia a los autos antes que a las personas. De este modo surge un nuevo grito de hombres y mujeres que trabajan y estudian, profesionales llenos de orgullo por lo que hacen cada día para asegurar su entorno y el de los demás.

—¿Por qué se inspiró en la falta de servicios públicos para realizar este cortometraje?

—Porque son muchas las dificultades que enfrenta una persona con alguna discapacidad. Para ellos, es una odisea poder tomar el transporte público, ir a un ente del estado a realizar un trámite y encontrarse con que no hay ascensor, y el servicio que requiere la persona está en un piso alto y tiene que regresarse a su casa, sin poder sacar una cédula, por ejemplo. No hay un personal empático o preparado para ofrecer un trato adecuado, lo mismo aplica para hospitales y otros servicios, como el metro.

—¿Durante cuánto tiempo trabajó para realizar discapaCIUDAD? 

—En realidad es un tema que me toca muy de cerca, porque tengo un sobrino con discapacidad motora y siempre he visto cómo la ciudad no está acta para las personas con alguna discapacidad. Anteriormente había sido tutor de dos cortometrajes sobre el tema de la discapacidad y es algo que veo y vivo cada día en Caracas, y cuando he viajado por casi toda Venezuela; lo veo, entonces creo necesario que mostremos el problema para poder resolverlo.

—¿Cómo se financió esta producción?

—El cortometraje pertenece al programa Fábrica de Cine, que desarrolla el Circuito Gran Cine, desde el 2015, es decir que es financiado por el programa; realmente es un proyecto de bajo presupuesto porque fue realizado con estudiantes del programa FC, y con nuestros equipos básicos que usamos para los talleres.

—¿Desde cuándo se dedica a realizar cortometrajes?

—Desde el 2017, comencé con la realización, yo vengo de la producción cinematográfica, pero desde el 2017, comencé como tutor de un grupo de alumnos del programa Fábrica de Cine, enseñándoles parte del oficio y el respeto que este trabajo merece. Desde el 2021 hasta la fecha, he realizado 5 cortometrajes. Tres públicos y 2 privados.

—¿Qué significó para usted ganar en el festival Manuel Trujillo Durán?

—Es maravilloso, casi no me lo creo, pero es muy gratificante ganar el reconocimiento de profesionales del medio y competir dentro de un grupo de grandes amigos cineastas y lograr el reconocimiento de tan prestigioso festival, es un honor. Durante muchos años he participado como jurado, tutor, ponente, tallerista y en la organización de festivales de corte nacional e internacional pero nunca como realizador. De verdad estoy muy agradecido.

—¿Cuántas veces ha participado en el Festival Manuel Trujillo Durán? 

—Esta fue la primera vez que participo como realizador documentalista, presenté 3 cortometrajes, recibiendo la grata noticia de que 2 de ellos fueron seleccionados, ellos fueron los cortometrajes En busca de un sueño, que trata sobre la migración; Desilusión aprendida, que trata sobre el la importancia del voto; y discapaCIUDAD, que trata sobre la morfología de las ciudades venezolanas. En otras oportunidades he participado en representación del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), prestando apoyo al festival.

—¿Cuál es el género de sus proyecciones?

—El Realismo, donde retrato eventos, personas y situaciones reales.

Díaz reflexionó sobre el hecho de que los establecimientos públicos, en su gran mayoría, no están actos para que las personas con alguna discapacidad los visiten. Estos carecen de rampas, baños, mesas, mostradores adecuados, entonces las personas con discapacidad tienen que obligatoriamente ir acompañados a todos lados; esta situación termina por «hacerles las cosas más difíciles de lo que ya son para ellos, los hace sentir inútiles».