El venezolano de a pie se ve sumergido en un torbellino de emociones, dado que su realidad no va a la par de lo que se muestra en algunas zonas de la ciudad de Caracas. Mientras en algunos locales se ven lujosos autos, grandes banquetes y mucha celebración, en el otro lado de la calle hay personas que por mucho que trabajen, sus estómagos no paran de ronronear motivado a los bajos ingresos y a la poca alimentación. Este proyecto muestra cómo una ONG intenta suplir las deficiencias alimentarias de los ciudadanos.

El film visibiliza las capacidades de las personas TEA (Trastorno del espectro autista), su inclusión en la sociedad en el ámbito laboral, cultural, familiar y educativo. El film ofrece una reflexión sobre el trato que se le da a los demás, lo cual refleja el cómo nos vemos a nosotros mismos y hacia dónde vamos de la mano con nuestro entorno.