Marie es una joven madre de dos hijos -cuyo marido está en el campo de batalla-, que lucha diariamente para sobrevivir. En esta situación, y por hacer un favor, ayuda a su vecina a abortar, comprendiendo al cabo de algún tiempo que se trata de un trabajo del que se puede obtener buenos beneficios. Su amistad con Lucia la lleva a alquilar cuartos para que su amiga y otras compañeras más puedan ejercer la prostitución.

Claude Chabrol es bien conocido por su trabajo de dirección de actores en intensos y enigmáticos estudios sobre la dominación, la dependencia y las relaciones de poder dentro de la pareja.

Trabajó primero como crítico, colaborando con Eric Rohmer en su libro Hitchcock (París, 1957), donde analizaba temas como la moral católica o la culpa en la obra del gran director británico. Más tarde se dio a conocer por el ataque que dirigió desde Cahiers du Cinéma (1959) a Stanley Kramer por su análisis de los grandes temas cinematográficos.

Su película El bello Sergio (Le beau Serge, 1958) fue el primer largometraje de la Nouvelle vague, al que siguieron Los primos (Les cousins, 1958), Una doble vida (A double tour, 1959), Les bonnes femmes y Les godelureaux, ambas en 1960, L’oeil du malin (1961),Landru y Ophelia, ambas en 1962.

En esta primera etapa, poco más de tres años, rodó ocho largometrajes, la mayoría escritos por él mismo, entre los que se encuentran algunos de sus mejores trabajos. Tras los fracasos comerciales de algunas de estas primeras obras, Chabrol realizó películas policíacas claramente comerciales.

No obstante, volvería a dirigir películas más personales y valiosas, como Las ciervas (Les biches) y La mujer infiel (La femme infidèle), ambas en 1968, Que la bête meure y El carnicero (Le boucher), ambas en 1969, Al anochecer (Juste avant la nuit, 1971), Les noces rouges (1973), Les innocents aux mains sales (1974), Violette Noziere (1978), Les fantômes du chapelier (1982), Un asunto de mujeres (Une affaire de femmes, 1988), sobre una mujer casada que regenta clandestinamente un local de practicas de aborto, mientras mantiene un romance con un joven, protagonizada por la siempre estupenda Isabelle Huppert.
Sus títulos más memorables de los 90 han sido: Madame Bovary (1991), El infierno (L’enfer, 1994), La ceremonia (La cérémonie, 1994), No va más (Rien ne va plus, 1997), ganadora de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, y Viviendo de la mentira (Au coeur du mensonges, 1999).

Sus éxitos más recientes han sido, Gracias por el chocolate (Merci pour le chocolat, 2000), que fuera distribuida en Venezuela por la Cinemateca Nacional, La flor del mal (La fleur du mal, 2002), La demoiselle d’honneur (2003) y L’ivresse du pourvoir (2005).

Durante muchos años, sus películas, rodadas en muy poco tiempo, estuvieron protagonizadas por su mujer, Stéphane Audran.